De las cirugías realizadas por este tipo de nódulos, un 40 % son asintomáticos.
Por: Pedro Felipe Cuellar
Muchos casos de nódulos de la glándula tiroides, se presentan de forma asintomática, y a menos representar cánceres pequeños que pueden controlarse mediante vigilancia activa, o cirugía; pero los hallazgos y la literatura médica, demuestran la necesidad de poder prevenir estos casos, mediante una concientización de los riesgos y así mismo hablando de los tratamientos.
Un 40 % de estos nódulos son detectados por casualidad mientras el paciente es evaluado para otros fines; según muestra un nuevo estudio, se detectó cáncer en solo en el 46 % de estos casos.
"Los resultados de este estudio sugieren que la detección de nódulos tiroideos en pacientes asintomáticos sigue siendo responsable de un número sustancial de cirugías de tiroides, en lugar de un aumento en la incidencia real de cáncer de tiroides", sostiene Mirabelle Sajisevi, MD, del Departamento de Cirugía, División de Otorrinolaringología, Centro Médico de la Universidad de Vermont, en Burlington, Vermont.
Así mismo, se establece que, “a pesar de la falta de síntomas, se encuentra que los pacientes tienen patología tiroidea, con mayor frecuencia nódulos tiroideos, lo que inicia un proceso que a menudo termina con cirugía y el diagnóstico de cáncer de tiroides", afirman Tylor Drake, MD, y Emiro Caicedo-Granados, MD, del Departamento de Medicina de la Universidad de Minneapolis, Minnesota.
En este estudio, la Dra. Mirabelle Sajisevi y el grupo de investigadores, evaluaron datos de 1.328 pacientes que se habían sometido a cirugía dirigida a la tiroides en 16 centros en cuatro países, que incluyeron 12 centros en los EE. UU. y un centro en Dinamarca, Sudáfrica y Canadá.
En cada centro, estos pacientes representaron los primeros 100 pacientes, la edad media fue de 52 años de los cuales el 75 % eran mujeres; entre ellos, el 34 % (448 pacientes), habían experimentado síntomas relacionados con la tiroides, mientras que el 41 % (542 de pacientes) estuvieron asintomáticos.
El 21 % restante de los pacientes se sometió a la cirugía por afecciones endocrinas como el hipertiroidismo o estaba bajo vigilancia y desconocía el proceder original de detección.
Cáncer encontrado en el 46% de los pacientes:
El cáncer fue detectado en el 46 % (613 pacientes), de ellos, solo el 30% (83 pacientes) habían sido sintomáticos, y el 51% (310 de los casos) no tenían síntomas relacionados con la tiroides. La mayoría de los cánceres entre los pacientes asintomáticos fueron más pequeños que los del grupo sintomático, con una media de 2,1 cm frente a 3,2 cm.
Destacando que entre los pacientes asintomáticos, el 60 % de los tumores tenían menos de 2 cm, mientras que el 39 % tenían más de 2 cm; si bien la detección de nódulos más grandes en pacientes asintomáticos es notable, la tasa es consistente con los datos históricos, sostienen los investigadores.
"Estos hallazgos son consistentes con los estudios basados en la población que muestran que la mayoría de los cánceres de tiroides detectados recientemente son los cánceres más pequeños, aunque también se encuentran cánceres más grandes en personas sin síntomas", afirma el estudio; por otra parte, el porcentaje de tumores de mayor tamaño, superando los 4 cm fue mucho menor en el grupo asintomático (9 %) que en el grupo sintomático (29 %).
Una evaluación adicional del modo de detección de los nódulos mostró que para los nódulos asintomáticos, el 6 % se detectaron como resultado de la cascada de diagnóstico, el 20 % fueron hallazgos radiológicos o incidentales, el 1 % se detectaron en el examen de detección solicitado por el paciente y el 13 % fueron detectados en el examen de detección clínico.
De los hallazgos incidentales, las principales fuentes de detección fueron la TC de tórax (31 %; 82 casos) y la RM de cuello (16 %; 42 casos), una evaluación geográfica mostró que Sudáfrica y Dinamarca tenían las tasas más altas de nódulos descubiertos en pacientes sintomáticos, con tasas de 79 % y 54 %, respectivamente, en comparación con solo alrededor del 30 % en los EE. UU. y el 30 % en Canadá.
Aumentan las detecciones, pero no las tasas de mortalidad:
Se ha presentado, tres veces en la detección de la incidencia del cáncer de tiroides en los EE. UU. y se ha relacionado principalmente con la detección de cánceres pequeños y subclínicos. Este aumento no se ha asociado con mejores tasas de mortalidad.
La tasa de detección de cáncer del estudio actual del 46 % representa un aumento con respecto al 34 % informado en un estudio anterior que también evaluó el modo de detección, lo que podría ser una señal favorable, "posiblemente reflejando el uso cada vez mayor de pruebas moleculares en la última década para seleccionar nódulos para cirugía que probablemente sean malignos", concluyen los autores.
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