La especialista destaca el alcance de los resultados en diagnóstico y tratamiento.
Por: Yolimarian Torres
En una entrevista exclusiva con la Revista de Medicina y Salud Pública, la Dra. María Cabanillas, endocrinóloga oncológica en el Anderson Cáncer Center de la Universidad de Texas, reveló el impacto de las investigaciones que viene adelantando acerca del cáncer anaplásico.
En principio, la endocrinóloga oncóloga, informó que este tipo de cáncer es el resultado de un cáncer de tiroides que tiene mucho tiempo, “mientras más pasan los días, los tumores empiezan a adquirir mutaciones nuevas y al acumular más mutaciones, se ponen más agresivos, dando como resultado final, el cáncer anaplásico”.
La especialista indicó que entre los últimos 5 y 10 años se han detectado más personas con este tipo de cáncer, a razón de que también han aumentado las pruebas de detección porque se buscan respuestas del por qué el tumor actúa tan agresivamente.
Este tipo de cáncer afecta mayormente a pacientes adultos mayores, pero, según lo indicó Cabanillas, también han encontrado pacientes entre los 40 y 45 años con estos tumores.
Inicio de las investigaciones
Uno de los sucesos que marcó a la Dra. María Cabanillas, fue conocer a un paciente que viajó desde Italia buscando ayuda porque su cáncer anaplásico que ya había hecho metástasis, “en realidad no teníamos nada que ofrecerle de tratamiento en ese momento -2012, solo pudimos tratarlo con quimioterapia que ya estaba autorizada para cabeza y cuello”.
Explicó que en ese momento el equipo del Anderson Cancer Center de la Universidad de Texas, empezó a buscar la manera de conocer y atender a más pacientes con esta condición con el objetivo de obtener información que sirva como punto de partida para dar mejores resultados en el diagnóstico y tratamiento.
Recordó que en el 2013 solicitó a sus colegas que enviarán a los pacientes con cáncer anaplásico a su consultorio, “pero me di cuenta de que no podía hacerlo sola, entonces en el 2014 un grupo multidisciplinario nos unimos para ver a los pacientes con una atención entre 5 y 7 días una vez nos contactaban”.
“Ofrecerles una cita rápida, ayudó a aumentar y mejorar la atención. Entender que el anaplásico no es uno solo, sino que son distintos tipos de cáncer que afectan la glándula tiroides y esto se transforma en este tipo de cáncer”, indicó.
Uno de los aspectos que encontramos es que todos no se tratan igual, son distintos tipos de cáncer, “porque empezamos a ver las mutaciones de los cánceres en cada uno de ellos. Es decir, veíamos un paciente con cáncer anaplásico con un papilar al lado. Así empezábamos a entender que no es un tipo de cáncer, y por eso no se pueden tratar a todos los pacientes igual”.
Aporte de las investigaciones
La especialista explicó que el ensayo clínico fase dos que realizaron con pacientes alrededor de todo el mundo, se midieron los efectos de los dos únicos medicamentos aprobados para el cáncer anaplásico, “pero pasados 14 meses la mitad de los pacientes dejaron de responder al tratamiento y fallecieron”.
Al notar ese retroceso, los investigadores optaron por incluir la inmunoterapia a los dos medicamentos y los resultados fueron favorecedores para los pacientes.
“Lo que hicimos fue añadir inmunoterapia con los otros medicamentos, un inhibidor de Braf, un inhibidor de Med, y la tercera que es la inmunoterapia, y con esta combinación encontramos que a los 24 meses un 72 por ciento de los pacientes están vivos. Entonces estamos viendo cómo cambiar el tratamiento de solo darle dos drogas a tres drogas”, explicó.
Otro de los estudios que están realizando, según informó la Dra. Cabanillas, tienen que ver con el tumor en sí, “como vimos que no se pueden sacar, porque cuando un paciente se diagnostica con anaplásico el tumor está muy grande, y lo que hicimos fue darle el tratamiento al paciente antes de la cirugía y continuar el tratamiento luego de la cirugía o darles radiación. Entonces estamos estudiando si esta cirugía beneficia a los pacientes”.
Agregó que llega un punto en el que debido al tamaño del tumor, el paciente no puede respirar, además que llega un punto en el tratamiento en que se detiene la progresión de los fármacos y el tumor acumula mutaciones nuevas.
“La droga ya no le funciona en mutaciones nuevas, y entonces no tiene muchas opciones el paciente, entonces antes de que eso ocurra queremos sacarle el tumor al paciente”, explicó.
En cuanto a las metas y retos, la Dra. Cabanillas, indicó que solo el 40 por ciento de los pacientes con cáncer anaplásico tienen mutación de Braf y ellos son los que se benefician de este tratamiento, pero también hay pacientes que tienen mutaciones que son más complicadas de tratar.
“A ellos les damos tratamiento combinados y no todos responden, así que estamos tratando de mirar cuál es la diferencia entre los pacientes que responden bien a la inmunoterapia y otros no, a través del tejido. Esta investigación espero publicarla este año, pero todavía tenemos mucho trabajo por delante con los pacientes que no tienen mutación en Braf”, explicó.
La gente se está dando cuenta que entender este cáncer a nivel molecular es muy importante, ese mensaje ya ha llegado a Puerto Rico y Latinoamérica. “En este último el mayor reto es el acceso a los tratamientos, pero poco a poco con las publicaciones de los ensayos y las guías profesionales, entonces pienso que ha mejorado bastante, pero sigue siendo un problema para los países más pobres”.
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