Los tumores pueden avanzar de la cavidad oral a los huesos. Por ello, es importante considerar todas las opciones para el tratamiento y la funcionalidad del paciente.
Por: Isbelia Farías
Con el nombre de cáncer de cabeza y cuello se conoce a un grupo de tumores malignos localizados en los senos paranasales, nasofaringe, orofaringe (amígdala, paladar blando, base de lengua), hipofaringe, laringe, cavidad oral (mucosa oral, encía, paladar duro, lengua y suelo de boca), lengua y glándulas salivares. Dentro de esta clasificación se excluyen los tumores de la piel, cerebrales y tiroideos.
El doctor Pablo Mojica, cirujano especializado en cabeza y cuello, del Hospital Auxilio Mutuo, refiere que lo que cuando se habla de cáncer de cabeza y cuello este empieza en lo que se describe como el área del tracto aerodigestivo superior y el tipo de cáncer más común que se diagnostica es el de célula escamosa.
Al hacer la evaluación de estos pacientes, no solo es importante definir el sitio de origen dentro de ese tracto aerodigestivo superior, sino que también hay que establecer hacia dónde se ha extendido esta enfermedad, pues no solo se debe evaluar el tracto, sino el área linfática de drenaje de cuello.
Cuando se ha ido a otros órganos, como el hígado, huesos, pulmón, vale evaluar el estadio, es decir, hasta dónde ha llegado. En esto consiste la evaluación inicial. Para ello se palpa el cuello y se acompaña con evaluación por imágenes.
Algunos pacientes pueden sentir náusea al ser evaluados, esto representa un reto para los médicos dado que algunas veces el padecimiento pudiese irradiar en otro lugar. En cuanto al examen estándar, este se practica bajo anestesia, ya que así es más sencillo poder palpar y visualizar sin que el paciente experimente incomodidad.
El doctor Yamil Castillo, cirujano especializado en cáncer de cabeza y cuello, indica que se suele pensar que se trata de una sola enfermedad, pero con los distintos tipos de cáncer pueden concurrir varias enfermedades, en las que varían también los tratamientos y los pronósticos.
Los cánceres de células escamosas, históricamente, son asociados a pacientes que se exponen al cigarrillo y al alcohol, pues, está probado que estos factores aumentan el riesgo. El estadio es lo que va a determinar cuál va a ser el mejor tratamiento para un paciente y cuáles son las expectativas. Castillo, de igual modo, resalta la importancia de esa evaluación inicial.
Son cánceres que surgen en el tracto aéreo digestivo superior, los síntomas más comunes son aquellos que impacten en ese tracto, principalmente procesos de tragar, la forma de hablar, ronquera persistente, sangrado que viene de la boca, tos con sangre o una masa palpable en el cuello.
El doctor Roberto Sabater, radiooncólogo especializado en cáncer de cabeza y cuello, aclara que al hablar de estadio se refiere a la combinación del tumor principal –donde se originó- y si ha tenido una distribución regional en el área del cuello o lo ha hecho más allá.
También se evalúa el tamaño del tumor y si hay metástasis. El manejo recae en diferentes opciones. Inicialmente, se considera una cirugía para extirpar el tumor y dependiendo de los hallazgos, hay una mejoría en el control, por lo que se recomienda dar radiografía luego. En otros casos, se debe ir directo a la radioterapia como tratamiento principal. Estos cánceres tienden a ser enfermedades que requieren de un manejo multidisciplinario.
La radioterapia ha ido evolucionando, en cien años, de un tratamiento bastante rudimentario a uno más sofisticado.
Desde el punto de vista quirúrgico, la finalidad es tratar de curar la enfermedad, afirma Mojica. También les concierne la funcionalidad, el estilo de vida que pueda llevar la persona.
La alternativa de radiación combinada con radioterapia también puede ser efectiva para evitar una cirugía mayor. La mayoría de las veces, cuando los tumores han avanzado en la cavidad oral o han invadido huesos, la quimioterapia combinada no elimina fácilmente la enfermedad, por ello, se considera principalmente la cirugía. Pero se consideraría cuál sería el mejor abordaje.
El cigarrillo causa problemas severos en el cuerpo humano, por lo cual debe ser un factor a considerar al momento de tomar la decisión final. El doctor Castillo añade que la meta es tratar de obtener una cura del paciente, es poder remover todo el tumor.
El problema de cabeza y cuello es que los tumores en esas áreas son espacios pequeños y alrededor de donde pueden crecer estos tumores hay otras estructuras que también son importantes. La cirugía se considera siempre y cuando esta no tenga un impacto grande, desde el punto de vista funcional del paciente.
Los pacientes con estadios más tempranos de la enfermedad, pueden ser candidatos a curarse con una sola modalidad del tratamiento, puede ser con la cirugía, por ejemplo, y el riesgo de recurrencia puede ser bajo. Los pacientes con estadios avanzados, en su mayoría, van a necesitar de terapia multimodal, quimioterapia con radiación, o cirugía y luego la radioterapia, dependiendo de las características del tumor, para disminuir el riesgo de que el cáncer se vuelva a presentar. Todo dependerá de la comunicación estrecha entre los médicos que traten al paciente, destaca Castillo.
El doctor Sabater agrega que, con base en la evidencia, el estadio y la localización, es posible que el paciente sea elegible para cirugía o radiación. El paciente puede tener más de una opción, así que los médicos deben discutir cuál es la manera ideal, respetando la autonomía del paciente, especialmente cuando estos pacientes tienen opciones.
Cuando esto se va fuera de control, que no se puede controlar el tumor, los pacientes sufren mucho, destaca Mojica. Castillo enfatiza que las diversas posibilidades que tenga el paciente, van a depender de la detención temprana, ya que muchas veces atienden pacientes que presentan síntomas, pero los consideran parte de catarros, en algunos casos, entonces al llegar a consulta, deben lidiar con una enfermedad avanzada que requiere de tratamientos más complejos y que impactan en la calidad de vida del paciente, viéndose afectado el pronóstico, en tanto que los tratamientos no funcionan como se espera.
El llamado es para que cuando los síntomas se presenten, acudan por ayuda médica. En la medicina primaria también se encomia a que se examine la boca de los pacientes para que sean remitidos.
El cigarrillo, y la combinación del cigarrillo con el alcohol, aumentan el riesgo de padecer cáncer de cabeza y cuello. Además del cigarrillo y el alcohol, hay otros factores, como la exposición al virus del papiloma humano, es una de las causas más comunes que se observan el día de hoy. En este sentido, la vacuna es muy importante para obtener protección y es a la vez preventiva.
Sabater admite que uno de los retos más grandes con el manejo del paciente son los tratamientos que causan efectos secundarios, así que se debe ayudar al paciente a que mantenga buena higiene oral, buena nutrición, funcionalidad física. No solo parar de fumar, sino de ir al dentista. En los tratamientos de radiación, muchas veces se presentan problemas dentales que retrasan el tratamiento.
La nutrición también es importante, pues se requieren cambios en la dieta. Luego de la cirugía, o del tratamiento indicado, también se debe afrontar la rehabilitación del paciente, ayudarlo a que sea funcional con la habilidad de hablar, comer y tragar, la dentadura.
Una vez que los pacientes terminan su plan terapéutico, bien sea una cirugía, quimioterapia con radiación, o cualquiera, se debe tener presente que esto tendrá un impacto, así que se debe proveer lo necesario al paciente para que se vayan recuperando. Siempre existe un riesgo, por lo menos durante los primeros cinco años, de que el cáncer vuelva a aparecer, esto hace necesario un plan de seguimiento, destaca Castillo.
La higiene oral también es un riesgo para padecer este tipo de cáncer, afirma Mojica, enfatizando la importancia de las consultas con el dentista. Llevar una vida saludable, una nutrición balanceada, estar en un peso apropiado, buen mantenimiento de salud, esto llevará a gozar de un cuerpo y un sistema inmunológico saludable, lo cual puede ayudar a disminuir el riesgo de desarrollar estos cánceres y, si ocurre, ayudará a responder mejor a los tratamientos que se necesitan, agrega Castillo.
Sabater invita a tener la perspectiva positiva porque estos pacientes no están solos, siempre habrá alguien para ayudarlos y no se deben frustrar durante el proceso.