La deficiencia de yodo puede causar trastornos tiroideos como nódulos tiroideos, bocio e hipertiroidismo, que a su vez, aumentan el riesgo de arritmia cardíaca y deterioro cognitivo en personas mayores.
Por: Katherine Ardila
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido una advertencia sobre el aumento del riesgo de deficiencia de yodo debido a los cambios en la dieta, según un informe publicado este viernes por la oficina regional europea de la OMS y la Red Mundial del Yodo (IGN). La creciente popularidad de los productos alimenticios de origen vegetal como sustitutos de fuentes tradicionales de yodo, como la leche y el pescado, está contribuyendo a una ingesta insuficiente de este elemento esencial.
La deficiencia de yodo puede traer consecuencias serias para la salud de poblaciones específicas
En Europa occidental y central, la leche y los productos lácteos son fuentes primordiales de yodo, especialmente para los niños. Estos productos suelen estar enriquecidos con yodo a través de piensos y suplementos para animales. Sin embargo, el consumo de productos lácteos está disminuyendo entre adolescentes y adultos, lo que aumenta el riesgo de deficiencia de yodo. Esta situación es particularmente preocupante para las mujeres, quienes ya tienen un mayor riesgo de deficiencia de yodo y enfermedades tiroideas.
"La transición hacia alternativas lácteas de origen vegetal, especialmente entre las mujeres, es preocupante para su nutrición en yodo, particularmente en los países que dependen de la leche como fuente principal de yodo", señaló Hans Henri P. Kluge, director regional de la OMS para Europa.
La yodación de la sal sigue siendo la principal estrategia para garantizar una ingesta adecuada de yodo en el continente. Sin embargo, los cambios en la dieta y el estilo de vida están afectando esta estrategia. Los alimentos producidos o cocinados fuera del hogar, que representan entre el 70 y el 80 por ciento del consumo de sal en la dieta occidental, a menudo no están yodados. Estudios recientes revelaron que sólo el 9% de la sal en productos alimenticios procesados en Alemania y el 34% en Suiza está yodada.
Estrategias más flexibles para proteger a la población de la deficiencia de yodoAnte esta situación, la OMS Europa y la Red Mundial del Yodo han instado a fortificar urgentemente con yodo la sal y las alternativas lácteas de origen vegetal. Gauden Galea, dirigente de la Iniciativa Especial sobre Enfermedades No Transmisibles (ENT) e Innovación, enfatizó la necesidad de estrategias políticas más flexibles para proteger a la población de la deficiencia de yodo, incluyendo políticas obligatorias para el uso de sal yodada en alimentos procesados y medidas de reducción de sal y de yodación de la sal.
Estas recomendaciones están alineadas con la campaña 'Race to The Finish' de la OMS Europa, que promueve prácticas basadas en evidencia para ayudar a los países a cumplir sus compromisos de salud global, incluidos los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. También apoyan las políticas de la OMS para reducir la ingesta de sodio y prevenir la deficiencia de yodo, aconsejando el uso de menos sal, pero siempre yodada.
Werner Schultink, director ejecutivo del IGN, destacó la falta de conocimiento sobre las consecuencias de la deficiencia de yodo entre la población general, autoridades sanitarias, profesionales de la salud y productores de alimentos, lo que podría estar estancando o incluso haciendo retroceder los avances en algunos países. La deficiencia de yodo puede causar bocio y otros trastornos tiroideos prevenibles, como nódulos tiroideos, bocio multinodular e hipertiroidismo, que a su vez aumentan el riesgo de arritmia cardíaca, insuficiencia cardíaca, osteoporosis, resultados adversos del embarazo y deterioro cognitivo en las personas mayores.
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