Un nuevo tratamiento para la perdida de peso provoca que los roedores suden la grasa y, según los expertos, podría usarse en los seres humanos para combatir la epidemia de obesidad.
Por: Redacción MSP
"Fue un hallazgo completamente imprevisto, pero hemos demostrado que la pérdida de grasa se puede lograr secretando calorías de la piel en forma de sebo rico en energía", dijo el investigador principal Taku Kambayashi, a la revista Science que publicó el estudio.
"Creemos que somos el primer grupo en mostrar una forma no hormonal de inducir este proceso, destacando un papel inesperado para el sistema inmunológico del cuerpo".
Además, los ratones también disminuyeron su masa grasa visceral (la grasa blanca que se almacena en el abdomen alrededor de los órganos principales, lo que puede aumentar el riesgo de diabetes, enfermedades cardíacas y derrames cerebrales). Estos ratones también experimentaron mejores niveles de glucosa en sangre y de insulina en ayunas, así como un menor riesgo de enfermedad del hígado graso.
Investigación bajo la lupa
La investigación arrojó que mientras que el grupo de control continuó aumentando de peso, el peso de los ratones tratados con la citoquina conocida como TSLP (linfopoyetina estromal tímica), pasó de 45 gramos a 25 gramos saludables, en promedio, en solo 28 días.
Un equipo de investigadores de la Escuela de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania (EE. UU.) ha llevado a cabo con éxito un tratamiento con ratones obesos con la citoquina conocida como TSLP (linfopoyetina estromal tímica).
Tras inyectarles un vector viral que incrementaría los niveles de TSLP en sus organismos, cuatro semanas después, los ratones consiguieron una pérdida significativa de grasa abdominal y peso en comparación con los del grupo de control, aunque, inesperadamente, la pérdida de grasa no se asoció con una menor ingesta de alimentos o un metabolismo más rápido, sino que la TSLP estimulaba el sistema inmunológico para liberar lípidos a través de las glándulas sebáceas productoras de aceite de la piel.
¿Tiene algún efecto negativo?
Según los investigadores, el único efecto que provoca este nuevo tratamiento es que deja el cabello graso, un problema sin mayores complicaciones y sus hallazgos, respaldan la posibilidad de que aumentar la producción de sebo a través del sistema inmunológico podría ser una estrategia para tratar la obesidad en los seres humanos. Una opción a tener en cuenta, ya que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) más de 1.000 millones de personas en el mundo padecen exceso de peso, y de ellas 300 millones son obesas.
Estudios anteriores habían sugerido que estas células pueden regular el metabolismo energético, por lo que el equipo predijo que administrar TSLP a ratones con sobrepeso podría estimular una respuesta inmunitaria que contrarrestaría algunos de los efectos nocivos de la obesidad.
“Inicialmente, no pensamos que TSLP tendría ningún efecto sobre la obesidad en sí. Lo que queríamos saber era si podría afectar la resistencia a la insulina”, aclara Kambayashi. Lo sorprendente fue la pérdida de peso sin reducción de la ingesta en los roedores.
"No creo que controlemos nuestro peso de forma natural mediante la regulación de la producción de sebo, pero es posible que podamos acelerar el proceso y aumentar la producción de sebo para provocar la pérdida de grasa", concluye el experto.
Fuente: Science