Estudio sugiere que los adolescentes tratados con doxiciclina, un antibiótico comúnmente usado para el acné, podrían tener hasta un 35 % menos de probabilidades de desarrollar esquizofrenia en la adultez.
Por: Laura Guio
La doxiciclina, un fármaco del grupo de las tetraciclinas conocido por su uso en el tratamiento del acné y diversas infecciones, podría tener un efecto protector frente a la esquizofrenia, según revela una investigación publicada en American Journal of Psychiatry.
El estudio, liderado por la Universidad de Edimburgo en colaboración con la Universidad de Oulu (Finlandia) y el University College Dublin (Irlanda), analizó los registros sanitarios de más de 56.000 adolescentes que acudieron a servicios de salud mental.
Los resultados mostraron que aquellos que recibieron doxiciclina tenían entre un 30 % y un 35 % menos de riesgo de desarrollar esquizofrenia que quienes fueron tratados con otros antibióticos.
Posible vínculo entre inflamación cerebral y prevenciónLos investigadores plantean que este efecto podría estar relacionado con las propiedades antiinflamatorias de la doxiciclina y su influencia en el desarrollo cerebral.
Estudios previos ya habían sugerido que este antibiótico puede reducir la inflamación en las células cerebrales y afectar la poda sináptica, un proceso natural mediante el cual el cerebro elimina conexiones neuronales innecesarias.
Una poda sináptica excesiva se ha vinculado con el desarrollo de esquizofrenia, lo que refuerza la hipótesis del potencial preventivo del fármaco.
“Una señal importante para seguir investigando”El profesor Ian Kelleher, catedrático de Psiquiatría Infantil y Adolescente en la Universidad de Edimburgo y autor principal del estudio, subraya la relevancia de los hallazgos:
“Hasta la mitad de las personas que desarrollan esquizofrenia habían acudido previamente a servicios de salud mental infantil y adolescente. Sin embargo, desconocemos si existen intervenciones efectivas para estos jóvenes. Esto hace que estos resultados sean prometedores”, afirmó.
Kelleher recalcó que, al tratarse de un estudio observacional y no de un ensayo clínico controlado, no se pueden establecer conclusiones definitivas sobre la causalidad.
Aun así, el hallazgo “constituye una señal importante para seguir investigando el posible efecto protector de la doxiciclina y otros tratamientos antiinflamatorios como estrategia preventiva en salud mental”.