Los pacientes con párkinson presentan una variedad de trastornos del sueño, algunos incluso antes de que aparezcan los síntomas motores.
Por: Laura Guio
Los trastornos del sueño son comunes en pacientes con párkinson y en los últimos años, la investigación sobre neuroprotección ha avanzado con el objetivo de prevenir o retrasar el deterioro neuronal.
Por lo mismo, en una entrevista exclusiva del programa Expertos en Salud, el Dr. Gabriel Arango, y la Dra. Claudia Moreno, ambos neurólogos y especialistas en trastornos del movimiento, explican cómo estos síntomas pueden ser clave en la detección y manejo temprano de la enfermedad.
Mucho antes de que aparezca el temblor, la rigidez o la lentitud en los movimientos, algunos pacientes con párkinson ya están dando señales de alarma durante la noche.
El trastorno de la conducta del sueño REM, se manifiesta cuando el paciente pierde la parálisis muscular que normalmente ocurre durante el sueño, lo que lleva a que actúe sus sueños, muchas veces violentos.
"Empiezan a actuar los sueños, y al hacerlo se pueden caer de la cama, pueden golpear a la pareja o pegarse con la mesita. Puede ser bastante difícil de manejar", explicó Moreno, quien además aclaró que este trastorno no es exclusivo del párkinson, pero sí es frecuente a lo largo de su evolución.
¿Qué hacer cuando el sueño se vuelve peligroso?
El trastorno de conducta del sueño REM puede ser particularmente alarmante. "Los pacientes no están conscientes de lo que hacen. No es que quieran golpear o lastimar a alguien; están actuando una pesadilla. Incluso ha habido casos extremos, como el de un paciente que intentó ahorcar a su esposa mientras dormía", relató la Dra. Moreno.
El manejo de estos episodios implica educación a la familia y medidas preventivas. "Hay medicamentos que pueden ayudar, pero también es importante acondicionar el entorno: camas con barandas, habitaciones sin objetos peligrosos e incluso, si es necesario, considerar dormir en camas separadas para proteger a la pareja", agregó el especialista.
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Cuando el insomnio y la rigidez interrumpen la noche
El insomnio es otro de los trastornos de sueño más habituales en pacientes con párkinson. La Dra. Moreno detalla que "pueden tener problemas para quedarse dormidos, para mantenerse dormidos o se despiertan muy temprano. Y en las etapas avanzadas, aparece la rigidez nocturna, cuando el efecto de la medicación desaparece durante la noche".
En los primeros años, dormir representa un alivio para el cuerpo: "el llamado ´efecto benéfico del sueño´ les permite levantarse con mayor agilidad. Pero con el tiempo, este efecto se pierde y comienzan a presentar rigidez y dificultad para moverse incluso mientras duermen", agregó.
Otros trastornos que afectan la calidad del sueño son el síndrome de apnea, que provoca pausas respiratorias durante la noche, y el síndrome de piernas inquietas o los movimientos periódicos involuntarios de las extremidades.
El descanso como herramienta terapéutica
Más allá de ser una necesidad básica, el sueño cumple una función terapéutica en pacientes con párkinson. "Dormir bien ayuda a conservar los niveles de dopamina. Durante el sueño no se consume dopamina, así que puede almacenarse y estar disponible al día siguiente", explicó el Dr. Gabriel Arango.
Sin embargo, esto también implica que un mal manejo de los horarios de descanso puede ser perjudicial. "Muchas veces, por compasión, se deja dormir al paciente durante el día si no ha descansado en la noche, pero eso termina afectando aún más su ritmo circadiano y, con ello, su función motora", advirtió.
Tres pistas para anticiparse al párkinson
Hoy, los esfuerzos de investigación en neuroprotección buscan identificar signos premotores del párkinson antes de que el daño neuronal sea irreversible. El Dr. Arango destaca tres marcadores tempranos: el trastorno de conducta del sueño REM, la pérdida severa del olfato (medida objetivamente) y el estreñimiento crónico.
"Cuando esas tres condiciones se presentan juntas, el riesgo de desarrollar párkinson en el futuro es altísimo. Por eso se están realizando estudios para detectar a estos pacientes antes de que aparezcan los síntomas motores", explicó.
Aunque ya se exploran herramientas como la siembra de alfa-sinucleína como marcador biológico, aún no existe una prueba concluyente. "¿Cuál es la dificultad? Incluso pacientes con párkinson genético pueden tener resultados negativos. Todavía falta mucho por entender, pero estamos avanzando", aseguró el Dr. Arango.