Walter Espitia, un joven músico de Aguachica (César), se sometió a una cirugía cerebral en Bucaramanga para extirpar un tumor ubicado en el área que controla el lenguaje y la música.
Por: Laura Guio
Gracias al procedimiento que lo mantuvo despierto durante la operación, se logró preservar sus habilidades musicales sin secuelas neurológicas.
Walter Espitia, un músico de 18 años originario de Aguachica, se presentó hace unas semanas en un centro médico de Bucaramanga para someterse a una cirugía que tenía como objetivo extirpar un tumor cerebral.
Sin embargo, luego de una evaluación detallada por parte de un equipo médico, se determinó que, dado que el tumor estaba ubicado en una zona crítica del cerebro responsable del lenguaje y la música, sería necesario un enfoque especial.
El procedimiento propuesto era un método innovador en el que el joven debía permanecer despierto durante la intervención para preservar sus habilidades musicales.
Una cirugía despierto para preservar la música
El neurocirujano William Omar Contreras, quien lideró la operación, explicó que la localización del tumor era tan delicada que se requería un enfoque preciso para evitar daños en las áreas encargadas de la interpretación musical y la comprensión del lenguaje.
"Es importante proteger la interpretación y la producción del lenguaje", destacó Contreras, quien señaló que antes de la cirugía, Walter aceptó voluntariamente someterse al procedimiento despierto, incluso accediendo a tocar su flauta dulce durante la intervención.
Tecnología avanzada: imágenes 3D y estimulación cerebral
Para llevar a cabo la intervención de forma segura, el equipo médico utilizó tecnología avanzada para mapear las áreas afectadas del cerebro.
Se creó una imagen tridimensional de la anatomía cerebral de Walter mediante impulsos eléctricos en áreas específicas, con el fin de identificar las regiones activadas cuando él tocaba la flauta.
Este mapeo permitió a los cirujanos intervenir de forma precisa, evitando dañar las zonas responsables de su capacidad para interpretar y producir música.
El desafío de la cirugía: detener la música sin perderla
Durante la operación, se realizaron estímulos en el área de Wernicke, una región del cerebro vinculada a la comprensión del lenguaje y la música.
Cuando se estimulaba esta área, Walter dejaba de interpretar correctamente la música, lo que se reflejaba en los cambios en los sonidos que producía con su flauta. Este fenómeno permitió al equipo médico ajustar el grado de intervención en esta zona clave para proteger la capacidad musical del paciente.
Una cirugía exitosa que promete un futuro sin secuelas
La intervención fue un éxito rotundo y logró cumplir su objetivo principal: extirpar el tumor sin que el joven perdiera sus habilidades musicales ni sufriera secuelas neurológicas. Aunque el paciente deberá seguir una serie de exámenes de control en los próximos meses, los médicos están optimistas sobre su recuperación.
El caso de Walter Espitia es un testimonio del avance de la medicina en el tratamiento de tumores cerebrales y su capacidad para proteger habilidades esenciales de los pacientes, incluso en situaciones tan complejas como esta.
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