Los resultados del estudio sugieren que tratar la presión arterial alta a medida que una persona envejece sigue siendo un factor crucial para reducir su riesgo de enfermedad de Alzheimer.
Por: Katherine Ardila
Un reciente estudio ha encontrado que los adultos mayores con hipertensión no tratada tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar la enfermedad de Alzheimer (EA) en comparación con aquellos sin hipertensión y aquellos cuya hipertensión está bajo control mediante medicación antihipertensiva.
Este metanálisis, dirigido por el Dr. Matthew J. Lennon, de la Facultad de Medicina Clínica de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW) en Sídney, Australia, y publicado en la revista Neurology, analizó los datos de 31,250 participantes mayores de 60 años (edad media, 72. años; 41% hombres) provenientes de 14 estudios comunitarios en 14 países.
El seguimiento medio de estos participantes fue de 4.2 años, durante los cuales se registraron mediciones de la presión arterial, el diagnóstico de hipertensión y el uso de medicación antihipertensiva.
Del total de participantes, el 35.9% no tenía antecedentes de hipertensión ni uso de medicamentos antihipertensivos, el 50.7% tenía antecedentes de hipertensión y utilizaba medicamentos antihipertensivos, y el 9.4% tenía antecedentes de hipertensión pero no usaba medicación para controlarla.
Los pacientes con hipertensión no tratada tuvieron un riesgo del 36% de desarrollar Alzheimer
Los resultados del estudio son contundentes: 1,415 participantes desarrollaron EA y 681 desarrollaron demencia no relacionada con la EA. Los datos muestran que los participantes con hipertensión no tratada tuvieron un riesgo 36% mayor de desarrollar Alzheimer en comparación con los controles sanos en comparación con aquellos con hipertensión tratada.
Además, el estudio encontró que tanto los pacientes con hipertensión tratada, como aquellos con hipertensión no tratada tuvieron un mayor riesgo de desarrollar demencia no relacionada con la EA en comparación con los controles sanos.
Sin embargo, ambos grupos de pacientes hipertensos mostraron un riesgo similar de padecer demencia no relacionada con la enfermedad de Alzheimer.
Por lo que los expertos subrayan la importancia de tratar la hipertensión en adultos mayores para reducir el riesgo de desarrollar Alzheimer y otros tipos de demencia. "Estos resultados sugieren que tratar la presión arterial alta a medida que una persona envejece sigue siendo un factor crucial para reducir su riesgo de enfermedad de Alzheimer", afirmó el Dr. Lennon en un comunicado de prensa.
Limitaciones del estudioUna de las principales limitaciones es la variabilidad en las definiciones de hipertensión utilizadas en diferentes países y contextos. Esto significa que lo que se considera hipertensión en un lugar podría no serlo en otro, lo que podría llevar a discrepancias en el diagnóstico de los participantes del estudio y afectar la consistencia de los resultados.
Otra limitación es que el estudio no consideró ciertos factores de confusión importantes, como el accidente cerebrovascular, el accidente isquémico transitorio (AIT) y la enfermedad cardíaca. Estas condiciones podrían actuar como mediadores en la relación entre la hipertensión y la demencia, es decir, podrían influir en el desarrollo de demencia de manera indirecta a través de su impacto en el sistema cardiovascular y cerebrovascular.
No haber considerado estos factores podría significar que el riesgo observado de demencia asociado con la hipertensión podría estar parcialmente explicado por estas otras condiciones.
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