Por primera vez se plantea la posibilidad no solo de frenar el avance de la enfermedad, sino incluso de intervenir preventivamente antes de que el daño neuronal sea irreversible.
Por: Katherine Ardila
En el marco del Día Mundial de la Enfermedad de Parkinson, un equipo de científicos argentinos liderado por la investigadora del CONICET Claudia Banchio ha presentado un descubrimiento que podría abrir nuevas vías de tratamiento de esta y otras enfermedades neurodegenerativas.
Los exosomas derivados de células madre neurales no solo protegen las neuronas del daño oxidativo característico de estas patologías, sino que además promueven activamente la regeneración neuronal, algo que hasta ahora resultaba imposible con los tratamientos convencionales.
Cómo funcionan estos "mensajeros biológicos"
Este avance científico, publicado en la prestigiosa revista Scientific Reports, demuestra que estas pequeñas vesículas extracelulares actúan como verdaderos "mensajeros biológicos".
Transportan proteínas y enzimas clave que logran reducir significativamente la muerte celular, combatir el estrés oxidativo y, lo más sorprendente, revertir parcialmente los daños cerebrales ya establecidos en modelos experimentales de párkinson.
Las enfermedades neurodegenerativas, más allá de su origen específico, comparten un evento común: la muerte progresiva de neuronas, lo que conduce a las características pérdidas cognitivas y motoras que las definen.
Resultados prometedores en modelos experimentales
La doctora Banchio, quien también es cofundadora de la startup ExoMas S.A., explica con entusiasmo: "Demostramos que los exosomas disminuyen la muerte de las neuronas, aumentan su sobrevida, y disminuyen la acumulación y producción de especies reactivas del oxígeno. Por ello, podrían evitar la muerte de las neuronas en un modelo de enfermedad de Parkinson y mejorar la calidad de vida de los pacientes".
Los exosomas estudiados por el equipo argentino presentan una característica particularmente valiosa: están enriquecidos con catalasa, una enzima clave en la lucha contra el estrés oxidativo.
"O sea que, las neuronas, aunque están enfermas sobreviven más. Y en el contexto de enfermedades crónicas como las neurodegenerativas, esto significa la posibilidad de desarrollar una terapia que revierte, al menos de manera parcial, los daños que ya ocurrieron en el cerebro", siendo que "cuando exponemos a las células primero con los exosomas y luego las sometemos a un estrés oxidativo, las ayuda a resistir y contrarrestar los efectos del estrés".
Camino hacia los ensayos clínicos
Por primera vez se plantea la posibilidad no solo de frenar el avance de la enfermedad, sino incluso de intervenir preventivamente antes de que el daño neuronal sea irreversible.
El equipo está trabajando con una línea celular aprobada por la FDA para acelerar el desarrollo. "Estimamos que en 5-7 años podría estar disponible esta terapia", señala Banchio. La startup ExoMas S.A., apoyada por Bioceres y la provincia de Santa Fe, fue aceptada en una incubadora del Hospital Albert Einstein de Brasil para avanzar en pruebas preclínicas.
El equipo de investigación, que incluye médicos, neurocirujanos, neurólogos y expertos en regulación, estima que con el financiamiento adecuado esta terapia podría estar disponible para la sociedad en un plazo de cinco a siete años.
Sin embargo, el hecho de que puedan utilizarse exosomas de una línea celular ya aprobada por la FDA acelera significativamente el proceso. Además, el carácter de "enfermedad huérfana" del párkinson y otras condiciones neurodegenerativas podría facilitar una vía regulatoria más expedita.
La startup ExoMas S.A., fundada a principios de 2023 para desarrollar esta tecnología, ha recibido el impulso de importantes actores como Bioceres y la provincia de Santa Fe a través de la iniciativa SF500.