La necesidad de medir los circuitos neuronales asociados al miedo en las personas, para crear una nueva generación de drogas más efectivas e individualizadas, por ejemplo, de extinción de miedos, es uno de los objetivos de la neurociencia.
La necesidad de medir los circuitos neuronales asociados al miedo en las personas, para crear una nueva generación de drogas más efectivas e individualizadas, por ejemplo, de extinción de miedos, es uno de los objetivos de la neurociencia.
La neurociencia se conduce hacia la integración en avances genéticos y la función del ácido ribonucleico (RNA) para ver funciones de las membranas neuronales y plasticidad sináptica.
En los últimos diez años hemos dado pasos agigantados en esta rama de la medicina y a continuación comparto varios de los descubrimientos.
2005 La neurociencia en Puerto Rico avanzaba en la descripción de los circuitos neuronales de las memorias del miedo, identificados en la amígdala cerebral y la corteza pre-frontal.
Puerto Rico marca huella científica: los neurocientíficos habían logrado apagar y prender circuitos del miedo. El adelanto permitió que los neurocientíficos también apagaran y prendieran circuitos, pero esta vez, en la corteza pre-frontal del cerebro.
2007 Logran que modelos experimentales de ratas aprendan sobre el miedo a través de “shocks” eléctricos, a diferencia de aquellos modelos con miedos innatos, como por ejemplo existe entre el gato y un ratón. La idea de los científicos era que luego de “encender” el miedo, pudieran extinguirlo. Este gran paso permitió que un estudiante puertorriqueño graduado del Laboratorio de Aprendizaje sobre el Miedo fuera a Harvard y lograra hacer el mismo experimento con “shocks” eléctricos en humanos.
Una vez emitían el impulso eléctrico en dedos de las manos, la función cerebral era registrada. Este trabajo permitió el descubrimiento de un nuevo hallazgo: la reducción del miedo se daba en circuitos de la amígdala cerebral y corteza pre-frontal, hallazgo lo que pudo ser utilizado a nivel clínico.
2008 Se logró crear un modelo computacional matemático que registraba la actividad celular de las neuronas en la corteza. Esto permitió estudiar a los modelos experimentales para ver cómo reaccionaban y extinguían el miedo.
2009 Comienzan los logros en la búsqueda de los primeros tratamientos y drogas para la disminución del miedo mediante el uso de un proteína natural (Brain-derived neurotrophic factor), relacionada a la memoria. Cuando los científicos la inyectaron en la corteza pre-frontal de los modelos experimentales, vieron que el miedo se extinguió.
Puerto Rico lidera la investigación para vencer el miedo. Fotos del laboratorio de la Dra. Kenira Thompson de la Ponce Health Science University.Fotos Heriberto González (MSP).[/caption]
2012 Neurocientíficos puertorriqueños logran insertar alambres en el cerebro para identificar circuitos relacionados a los trastornos obsesivos compulsivos (“deep brain estumulation”).
2014 Estudian los circuitos asociados a la toma de decisiones ante situaciones del miedo versus reflejos del miedo. Los científicos buscan la forma de evitar miedos, neuronalmente, en la toma de decisiones de los modelos experimentales.
Surge un estudio clínico, llevado a cabo por la Dra. Karen Martínez, psiquiatra, que comparó el miedo en poblaciones puertorriqueñas versus personas del estado de Boston, donde se observó que las mujeres de ambos países aprenden y extinguen miedo de la misma forma. Sin embargo, hubo diferencias entre hombres puertorriqueños, ya que reaccionaban más al miedo y les resultaba más difícil extinguirlo. Se desconoce aún el por qué.
2015 Llega la era de la optogenética. Científicos logran -a través de tecnología láser en el cerebro- identificar los disparos neuronales y prender y apagar neuronas relacionadas a la producción del miedo. También descubrieron que los circuitos de las memorias del cerebro cambiaban cada cierto tiempo.