Se estima que este virus causa entre 6 mil a 10 mil muertes por año en el mundo.
Por: Luisa Ochoa
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos, FDA, autorizó la primera vacuna contra el virus respiratorio sincitial o RSV, para los adultos mayores de 60 años.
También se espera que una vacuna para proteger a los bebés en sus primeros seis meses de vida, el grupo de edad con mayor riesgo de ser hospitalizado con RSV, obtenga la aprobación de la FDA a finales de este año.
Cabe mencionar que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades deben recomendar las vacunas antes de que puedan comercializarse, por lo cual se plantea que lo hagan después de que un panel de expertos en vacunas se reúna el 21 y 22 de junio.
"Existe la gran emoción de que finalmente, después de todos estos años, surjan buenas opciones para RSV", afirmó Phil Dormitzer, vicepresidente sénior y director global de investigación y desarrollo de vacunas de GSK.
"Supongo que también es el triunfo de la ciencia básica: el hecho de que un estudio muy básico realmente cambió la búsqueda de una vacuna y condujo a uno o incluso a más de un producto potencial para prevenir el RSV", añadió.
Tras décadas de investigaciones y ensayos clínicos, se aprobó la primera vacuna para el RSV
El estudio que abrió el camino para el desarrollo de estas nuevas herramientas involucró el mapeo de la estructura cristalina de lo que se conoce como proteína F en la superficie del virus, la que se adhiere a las células que invade el virus. Esta investigación fue realizada por científicos de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, quienes descubrieron también cómo atacar el virus SARS-CoV-2.
Trazar el aspecto de la proteína F en su estado previo a la fusión fue fundamental para crear vacunas que pudieran desencadenar una respuesta inmunitaria segura y eficaz a través de la producción de anticuerpos que puedan neutralizar al invasor viral.
Sin embargo, el tema de la seguridad fue clave. El trabajo para desarrollar vacunas efectivas contra el RSV se vio afectado por un fracaso clínico en la década de 1960, cuando los niños que recibieron una vacuna experimental en un ensayo, desarrollaron una enfermedad más grave que los niños del grupo de placebo. De hecho, dos niños, ambos menores de 2 años, murieron.
Con relación a la vacuna aprobada Arexvy de GSK, los resultados del ensayo clínico mostraron una eficacia del 82.6 % en la prevención de la enfermedad confirmada de las vías respiratorias inferiores causada por el RSV. La vacuna incluye un adyuvante, un compuesto que aumenta la respuesta que desencadena la vacuna.
Los investigadores explicaron que la vacuna GSK contiene solo uno de los dos subtipos de RSV, RSV A. Pero los estudios realizados demostraron que la vacuna ofrece prácticamente la misma protección contra RSV A y RSV B; la proteína F en ambos es bastante similar, afirmó Dormitzer.
"La vacuna está lista para comenzar a suministrarse al mercado estadounidense para la próxima temporada de RSV", agregó Dormitzer. La compañía también está a punto de obtener la aprobación total en Europa y está buscando obtener la licencia en Japón, Canadá, Australia y otros países.
Impacto del virus respiratorio sincitial en la población
En los Estados Unidos, las muertes pediátricas por RSV no son comunes, pero la infección es la causa número uno de hospitalizaciones de niños menores de 1 año. Sin embargo, a nivel mundial el panorama es diferente, ya que este virus es la segunda causa principal de muerte en niños menores de 1 año, después de la malaria.
Los CDC estiman que en un año promedio entre adultos, el virus respiratorio sincitial causa entre 6 mil y 10 mil muertes y entre 60 mil y 160 mil hospitalizaciones, aunque algunos expertos y los fabricantes de vacunas usan estimaciones ligeramente más altas.
En adultos sanos, el virus respiratorio sincitial generalmente se manifiesta como un resfriado. Pero en los adultos mayores, los adultos con afecciones cardíacas o pulmonares subyacentes y las personas con sistemas inmunitarios debilitados, la infección puede descender a los pulmones y desencadenar neumonía.
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