Los embriones creados a partir de células madre, comenzaron a formar los tipos de células que acabarían constituyendo las tres capas germinales del cuerpo.
Por: Mariana Mestizo Hernández
Un nuevo estudio ha logrado crear estructuras similares a embriones de macaco a partir de células madre embrionarias de mono, llamadas pseudoembriones de mono, las cuales fueron transferidas al útero de varias hembras logrando una respuesta hormonal parecida a la de una gestación, aunque desaparecieron al cabo de una semana.
La investigación fue publicada en Cell Stem Cell y está firmada por científicos chinos, quienes esperan que como los monos están estrechamente relacionados con los humanos, desde el punto de vista evolutivo, el estudio de estos modelos: "Profundice la comprensión del desarrollo embrionario humano y arroje luz sobre algunas de las causas de los abortos espontáneos tempranos".
Polémico estudio
Ahora bien, estas estructuras similares a embriones de macaco no tienen pleno potencial de desarrollo, apuntan los autores, quienes son conscientes de las preocupaciones éticas que rodean a este tipo de investigaciones y de la gran importancia para el campo de la ciencia aunque causen álgidos debates entre la comunidad científica y el público.
Por consiguiente, los autores resaltan que siguen habiendo muchas diferencias entre estas estructuras similares a embriones y los blastocistos naturales. De hecho, por esta razón es que el desarrollo del embrión humano y la formación temprana de órganos, permanecen en gran medida inexplorados debido a las cuestiones éticas que rodean su experimentación e investigación, además de la limitada disponibilidad de materiales para su estudio.
"Los mecanismos moleculares de la embriogénesis y la organogénesis humanas son en gran medida inciertos", afirmó el coautor Zhen Liu, de la Academia China de Ciencias (CAS) en Shanghai, citado por la publicación.
¿Qué son los blastocistos?
Los blastocistos son un tipo de embrión de aproximadamente cinco días y contiene 200 células, es la estructura que se implanta en la pared del útero materno para que en el día 14, tras la fecundación y unión del óvulo con el espermatozoide, se inicie la enigmática gastrulación.
Ahora, el proceso en el que la bola de células se convierte en el primer boceto de un individuo, ya con sus tres ejes: izquierda y derecha, arriba y abajo, vientre y espalda es largo, sin embargo, estos primeros días del embarazo son un misterio, por las barreras físicas y éticas para estudiarlo en los humanos.
¿Cómo crearon los pseudoembriones de macaco?
Por ello, esta investigación ha creado en macacos "un sistema similar al embrión que puede inducirse y cultivarse indefinidamente", el cual "proporciona nuevas herramientas y perspectivas para la posterior exploración de embriones de primates y la salud médica reproductiva", agregó el también investigador de la CAS Quian Sun.
Los autores decidieron comenzar con células madre embrionarias de macacos a las que expusieron a una serie de factores de crecimiento en cultivo celular, que las indujeron a formar estructuras similares a las embrionarias utilizando, por primera vez, células de primates, no de humanos como comúnmente se hace.
Por consiguiente, las estructuras embrionarias, llamadas blastoides, presentaban una morfología similar a la de los blastocistos naturales, a medida que se desarrollaban in vitro, formaban estructuras parecidas al amnios y al saco vitelino, según el hallazgo.
Los blastoides empezaron a formar células
Los blastoides creados a través de este método, comenzaron a formar los tipos de células que acabarían constituyendo las tres capas germinales del cuerpo, que forman los órganos.
Por ende, la secuenciación del ARN unicelular reveló que los distintos tipos de células que se encontraban dentro de las estructuras tenían patrones de expresión génica similares a los de las células que se encuentran en los blastocistos naturales o en los embriones postimplantación.
La implantación de los pseudoembriones en monas
El resultado de esos blastoides se transfirieron a los úteros de ocho monas, aunque la implantación solo fue positiva en tres de ellas, en las cuales dieron lugar a la liberación de progesterona y gonadotropina coriónica, hormonas generalmente asociadas al embarazo.
Asimismo, los blastoides formaron sacos de gestación temprana, es decir, las estructuras llenas de líquido que se desarrollan al principio del embarazo para encerrar un embrión y líquido amniótico, no obstante, no formaron embriones y esas estructuras desaparecieron al cabo de una semana.
Por ello, el equipo de investigadores planea enfocarse en seguir desarrollando el sistema de cultivo de estructuras similares a embriones a partir de células de mono, lo que podrá proveer "un modelo útil para futuros estudios" y para poder entender los abortos espontáneos.
El coautor Fan Zhou, de la Universidad de Tsinghua, consideró que "una mayor aplicación de los blastocitos de mono puede ayudar a diseccionar los mecanismos moleculares del desarrollo embrionario de los primates".