El método es escalable y podría transformar los trasplantes del futuro, ya que permite regenerar o reparar órganos antes de implantarlos, reducir los tiempos de espera y mejorar la viabilidad y funcionalidad de los órganos disponibles.
Por: Katherine Ardila
En un hito para la medicina regenerativa, un equipo de investigación liderado por el Institut de Bioenginyeria de Catalunya (IBEC) ha logrado por primera vez desarrollar, implantar y evaluar riñones de cerdo modificados con organoides renales humanos en un animal.
El estudio, publicado en la revista 'Nature Biomedical Engineering', podría convertirse en una nueva estrategia destinada a regenerar órganos antes de su trasplante, lo que en un futuro podría ampliar las opciones para pacientes en espera.
La investigación, fruto de una trayectoria científica de más de una década, fue liderada por la actual consellera de Investigación y Universidades de la Generalitat, Núria Montserrat, durante su etapa como investigadora principal en el IBEC. El trabajo se desarrolló en colaboración con el Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña (INIBIC) y varios grupos internacionales.
La innovación es la combinación de dos tecnologías de vanguardia: Por un lado, los organoides renales, que son estructuras tridimensionales microscópicas cultivadas a partir de células madre humanas y que, sin ser un órgano completo, "reproducen muchas de sus estructuras y funciones principales".
Por otro, el uso de máquinas de perfusión normotérmica, dispositivos que se emplean en quirófano para mantener órganos vivos y oxigenados fuera del cuerpo antes de un trasplante.
Fue precisamente esta combinación la que permitió a los científicos insertar los organoides humanos dentro de riñones porcinos y monitorizar en tiempo real su integración y función. La investigadora Núria Montserrat ha explicado que esta investigación demuestra que la combinación de tecnologías de organoides y perfusión 'ex vivo' puede "permitir intervenciones celulares en condiciones totalmente controladas".
Un método escalable y prometedorEl nuevo método desarrollado por el equipo permite generar miles de organoides renales en condiciones controladas y en poco tiempo, un avance crucial que supera una de las grandes limitaciones en este campo.
Esta capacidad de producción escalable, con gran precisión y sin necesidad de componentes complejos, abre la puerta no solo a la medicina regenerativa, sino también a aplicaciones como la detección de fármacos o el estudio de enfermedades.
Los resultados del experimento fueron altamente alentadores. Después de 24 y 48 horas del trasplante de vuelta al cerdo, los organoides humanos persistían integrados en el tejido renal porcino, mantenían su viabilidad y, de manera crucial, no desencadenaban ninguna respuesta inmune significativa.
El uso de las máquinas de perfusión fue fundamental, ya que permitió a los científicos medir parámetros fisiológicos del órgano en tiempo real y detectar cualquier signo de daño o rechazo.
Según los autores, esta metodología permite imaginar un escenario clínico transformador. "El objetivo a largo plazo es poder regenerar o reparar un órgano antes del trasplante. Esto podría reducir el tiempo de espera de los pacientes crónicos y aumentar el número de órganos viables para el trasplante", añade Montserrat.
En la práctica, esto significaría que los órganos destinados al trasplante podrían ser tratados y acondicionados "antes de implantarlos", alargando potencialmente su vida útil y mejorando su funcionalidad.