Desde una perspectiva histórico-jurídica, el licenciado Frontera nos guía a través de los pasos del proceso legal contra Jesús y sus incosistencias.
Por: Valery Cardozo
En medio de la solemnidad de Semana Santa, surge un interés por examinar el proceso jurídico que llevó a la condena de Jesús hace siglos. ¿Fue justo? ¿Fue científico? ¿Se basó en evidencia sólida? Para explorar estas preguntas, nos sumergimos en una conversación con el licenciado José Frontera, ex-decano de la Escuela de Derecho de la Pontificia Universidad Católica y actual vicepresidente de la misma institución.
Desde una perspectiva histórico-jurídica, el licenciado Frontera nos guía a través de los pasos del proceso legal contra Jesús. En aquel momento, la estructura de poder entre el pueblo Judío y Roma era compleja, con la figura del pretor romano supervisando la aplicación del derecho romano en la región.
Violación de preceptos y derechos
Uno de los primeros puntos que resalta es la falta de una acusación clara y previa al arresto de Jesús. "No hubo un proceso formal con testigos y testimonios, sino más bien un intento de encontrar acusaciones contra él". Esto, según el licenciado Frontera, ya plantea dudas sobre la justicia del proceso.
Además, señala que el proceso violó varios preceptos del derecho judío de la época. Los juicios debían realizarse de día, públicamente y permitir al acusado defenderse. Ninguno de estos elementos estuvo presente en el caso de Jesús.
La "lavada de manos" de Poncio PilatosEl licenciado Frontera también analiza la intervención de Poncio Pilato, quien, a pesar de no encontrar culpabilidad en Jesús, cedió a las presiones del pueblo y permitió su crucifixión. Destaca el papel de los soldados romanos en la ejecución, aunque la responsabilidad última recae en Pilato, quien tenía el poder de liberar al inocente.
El indulto de Barrabás, otro delincuente, sobre Jesús, plantea la tradición de liberar a un prisionero durante la Pascua. Sin embargo, el licenciado Frontera cuestiona la justicia de liberar al culpable en lugar del inocente.
El licenciado Frontera destaca el papel crucial de la religión y la política en el caso de Jesús."La acusación de blasfemia, por proclamarse Hijo de Dios, se convirtió en un delito religioso ante el Sanedrín judío". Sin embargo, para Pilato, el delito se transformó en uno político cuando Jesús fue presentado como Rey, desafiando así la autoridad romana. Esta dualidad en las acusaciones refleja la compleja relación entre la religión judía y el dominio romano en la Judea del siglo I.
Presiones políticas y populares en el juicio y veredicto
Además, se aborda el aspecto humano del proceso, destacando las dudas y los dilemas éticos que enfrentó Pilato. "A pesar de reconocer la inocencia de Jesús, Pilato cedió ante las presiones políticas y populares, mostrando cómo los intereses políticos pueden prevalecer sobre la justicia y la integridad individual". Menciono el licenciado José.
Frontera, también analiza el simbolismo detrás de la crucifixión de Jesús y el significado legal y religioso de su muerte. "La entrega del cuerpo de Jesús para su entierro por parte de José de Arimatea y Nicodemo, a pesar de las circunstancias peligrosas, sugiere un acto de valentía y solidaridad condenado a un hombre inocente". Afirmó.
La conversación con el licenciado Frontera, arroja luz sobre la complejidad del caso de Jesús desde una perspectiva jurídica e histórica. Más allá de ser un evento religioso, la crucifixión de Jesús plantea interrogantes sobre el funcionamiento del sistema legal, el papel de la política en la justicia y la importancia de la integridad moral en la toma de decisiones legales.
Este análisis invita a una reflexión más amplia sobre los principios éticos que deben guiar el ejercicio del poder y la administración de la justicia en cualquier época y lugar.