En comunidades afectadas por inundaciones, el riesgo aumenta debido a la proliferación de roedores que, al estar en contacto constante con agua contaminada, pueden diseminar más fácilmente la bacteria.
Por: Katherine Ardila
La leptospirosis es una enfermedad zoonótica causada por la bacteria Leptospira, que se encuentra en la orina de animales infectados, tanto domésticos como silvestres.
Animales como ratas, perros, gatos, caballos y cerdos pueden portar esta bacteria, pero los roedores, en especial las ratas, son los principales responsables de su propagación en el ambiente.
El riesgo de leptospirosis aumenta en áreas con gran presencia de cuerpos de agua, inundaciones o sistemas de riego, pues, el agua contaminada se convierte en un vehículo perfecto para la bacteria.
¿Cómo ocurre la transmisión y quiénes están en riesgo?
La bacteria Leptospira se introduce en el organismo humano cuando la piel lesionada o las mucosas (ojos, nariz y boca) entran en contacto con agua o barro contaminado.
En comunidades afectadas por inundaciones, el riesgo aumenta debido a la proliferación de roedores que, al estar en contacto constante con agua contaminada, pueden diseminar más fácilmente la bacteria.
Las personas en contacto con áreas inundadas, agricultores, trabajadores de saneamiento, y aquellos que manejan animales son especialmente vulnerables.
Síntomas y evolución de la leptospirosisLa leptospirosis se presenta con síntomas variados, que pueden aparecer entre 2 y 20 días después de la exposición. La infección tiene dos fases:
1. Fase inicial (de 8 a 10 días): Se caracteriza por fiebre alta, dolor de cabeza, escalofríos, dolor muscular intenso (especialmente en las pantorrillas, el abdomen y el dorso), náuseas y vómitos. Estos síntomas son similares a los de una gripe severa y pueden llevar a confusión en el diagnóstico.
2. Fase inmune o de recaída: Después de una aparente mejoría de unos pocos días, los síntomas pueden reaparecer, en ocasiones con mayor intensidad y, en algunos casos, con meningitis.
En una pequeña proporción de pacientes, entre el 5 y 10 %, la leptospirosis puede progresar a una forma grave llamada síndrome de Weil, caracterizada por ictericia profunda, insuficiencia renal y hepática, y en ocasiones, hemorragias. Esta forma puede ser fatal sin un tratamiento adecuado.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico se sospecha clínicamente en áreas endémicas o tras exposición en zonas de riesgo y se confirma mediante pruebas serológicas específicas que detectan la presencia de anticuerpos contra Leptospira.
Lo más importante aquí, es que el diagnóstico sea temprano, ya que un tratamiento oportuno con antibióticos como la penicilina o la doxiciclina puede acortar la duración de la enfermedad y reducir el riesgo de complicaciones.
Además del uso de antibióticos, el tratamiento de la leptospirosis incluye el manejo sintomático para aliviar los síntomas y la administración de líquidos para prevenir la deshidratación.
Aunque sólo en casos graves, los pacientes pueden requerir hospitalización y medidas de soporte como diálisis para el manejo de la insuficiencia renal.
Prevención de la leptospirosis en zonas afectadas
Para reducir el riesgo de contagio en áreas afectadas por inundaciones, es importante seguir medidas preventivas, como evitar el contacto con aguas estancadas y barro, especialmente si se tienen heridas en la piel. Las autoridades de salud recomiendan:
- Uso de equipo de protección: Las personas que deban trabajar en contacto con agua o barro contaminado, como voluntarios en áreas afectadas, deben usar botas, guantes y ropa protectora.
- Cuidados en la higiene: Lavarse bien las manos y cualquier área de la piel expuesta al agua o barro contaminado.
- Atención a heridas: Mantener las heridas cubiertas y limpias para evitar la entrada de la bacteria.
- Vacunación de mascotas: En áreas de riesgo, se recomienda vacunar a perros y otros animales de compañía para reducir el riesgo de transmisión.
Fuente consultada aquí.