Un paciente de apenas cuatro semanas de vida brindó una lección clínica a los médicos sobre la importancia en la indagación de posibles diagnósticos diferenciales.
Por: Belinda Burgos
Un niño con historial de hospitalización por bacteriemia por estreptococos del grupo B (EGB) a las 4 semanas de edad se presentó a la sala de emergencias del Hospital Municipal de San Juan con fiebre e irritabilidad, aproximadamente 48 horas después un alta hospitalaria que tuvo previamente, informó a Medicina y Salud Pública (MSP) la Dra. Nataly Maldonado, del Departamento de Pediatría de la institución hospitalaria.
A su llegada se encontró febril, hipoactivo -cambios en atención y conciencia- y con fontanelas abultadas, punto blando que permiten el crecimiento del cerebro y el cráneo durante el primer año de vida del bebé, añadió.
Los EGB fungen como causa importante de infecciones perinatales, sistémicas o focales en pacientes neonatales.
Las infecciones por EGB se pueden dividir en inicio temprano, tardío y de inicio tardío tardío.
La infección tardía se presenta como bacteriemia oculta o meningitis en hasta un 30% de los casos, aseguró.