Aunque muchas veces hayas escuchado que la lactancia materna es un buen método anticonceptivo, la verdad es que no es 100% seguro y sólo es más fiable los primeros meses tras haber dado a luz.
Por: Estefanía Santos
Durante el periodo de lactancia materna, las hormonas de la mamá impiden la ovulación, pero siempre existe la posibilidad de embarazo. Si decides tomar anticonceptivos es importante que sepas que no todos los anticonceptivos son compatibles con la lactancia. Aunque muchas veces hayas escuchado que la lactancia materna es un buen método anticonceptivo, la verdad es que no es 100% seguro y sólo es más fiable los primeros meses tras haber dado a luz.
Generalmente, tras la cuarentena, muchas mujeres comienzan a retomar las relaciones sexuales, por tanto, deberán consultar a su médico por el mejor método anticonceptivo, ya que dependerá de cada mujer. Durante los primeros días el más recomendado es el preservativo, ya que no afecta a la mamá, ni provoca cambios hormonales, por tanto, el bebé que ingiere la leche de la madre tampoco corre ningún riesgo.
Son muchos los tipos de anticonceptivos que existen para prevenir el embarazo. En el caso de las madres que están dando el pecho, algunos doctores recomiendan la minipíldora que sólo contiene gestágeno; también está el diafragma y el dispositivo intrauterino (o DIU) que sí es muy compatible con la lactancia materna.
Métodos de barrera
Los métodos anticonceptivos de barrera son los más recomendados para esta etapa, pues no interfieren con cambios hormonales en la mujer. Dentro de estos se encuentran: el preservativo masculino o femenino, dispositivo intrauterino (DIU) especialmente de cobre.
Métodos hormonales
El uso de este tipo de anticonceptivos debe ser supervisado por un especialista, pues pueden contener estrógenos que reducen considerablemente la cantidad de leche que produce el cuerpo de la madre. Los más utilizados en la etapa de lactancia son: las inyecciones hormonales, el dispositivo intrauterino a base de progesterona y los implantes subcutáneos.
El reflujo en los bebés
Una de las cosas más comunes que les ocurre a los bebés es regurgitar una vez han comido, lo que se conoce con el nombre de reflujo. Si el bebé vomita de forma regular cada vez que come puede estar sufriendo un reflujo gastroesofágico y será recomendable llevarlo al pediatra.
¿Qué es el reflujo?
El reflujo se produce cuando el bebé una vez ha sido alimentado devuelve todo el alimento desde el estómago hacia el esófago. En ocasiones el alimento subirá hasta la boca y provocará el vómito del bebé.
El que el bebé regurgite después de comer es algo que ocurre frecuentemente, pero dependerá del bebé; lo importante es que si el reflujo es intenso y muy habitual, será mejor acudir al pediatra para que recomiende los pasos a seguir y tu bebé pueda recuperarse pronto.