El objetivo de la investigación fue proporcionar más información sobre el uso de anticonceptivos orales y el riesgo de cáncer de ovario en estas mujeres.
Por: Belinda Burgos
En la población femenina en general, los anticonceptivos orales se consideran un factor fuerte de protección contra el cáncer de ovario, aproximadamente 50% de reducción del riesgo, y se ha sugerido como quimioprevención para portadoras de mutaciones, que tienen un riesgo acumulado de este tumor.
En las pacientes con cáncer de ovario portadoras de la mutación BRCA1 el mayor tiempo de uso de anticonceptivos orales se asocia con una reducción mayor del riesgo de cáncer de ovario y la protección es a largo plazo, indica un trabajo publicado en American Journal of Obstetrics & Gynecology.
Sin embargo, los estudios acerca de portadoras de las mutaciones son sobre muestras pequeñas. El objetivo de la investigación fue proporcionar más información sobre el uso de anticonceptivos orales y el riesgo de cáncer de ovario en estas mujeres.
"En portadoras de la mutación BRCA1 la reducción del riesgo fue significativa luego de más de 5 años de uso, pero también en periodos más cortos el riesgo comenzaba a disminuir. A periodos más largos de uso más fuerte era la protección. Para las portadoras de la mutación BRCA2 los resultados fueron similares, pero menos concluyentes, debido al tamaño de la muestra", comentó la Dra. Matti A. Rookus, Ph. D., autora principal del estudio y directora del Grupo de Epidemiología del Cáncer del Netherlands Cancer Institute, en Ámsterdam, Países Bajos.
"Las portadoras de BRCA1 y BRCA2 que no han completado su planificación familiar deben tomar anticonceptivos orales para disminuir el riesgo de cáncer de ovario y para una mujer portadora que no está dispuesta a hacer una cirugía profiláctica (mastectomía y ooforectomía) lo mejor es tomar anticonceptivos orales", indicó el Dr. Gonzalo Giornelli, jefe del Departamento de Ginecooncología del Instituto Alexander Fleming de Buenos Aires, en Argentina, que no participó del estudio.
Sin embargo, las mujeres con este tipo de mutaciones también tienen un riesgo incrementado de cáncer de mama. La indicación del anticonceptivo oral es prevenir embarazos no deseados y a pesar de que el uso de estos fármacos podría ser considerado un abordaje preventivo del riesgo de cáncer de ovario, su uso en mujeres con mutaciones debe ser analizado a la luz de un posible riesgo mayor de cáncer mamario.
Para el Dr. Giornelli también es una cuestión a ponderar. "Toda paciente con mutación BRCA se tiene que someter a la prueba más sensible (resonancia mamaria) para detectar cualquier posible lesión en la mama, independientemente de que tome o no anticonceptivos orales. Pero disminuir el riesgo de cáncer de ovario con anticonceptivos orales en una paciente tan controlada siempre vale la pena", destacó.
Detectar las mutaciones
"La proporción de mutaciones en BRCA1/2 varía entre 1 en 300 y 1 en 800 individuos, pero existen poblaciones donde esta proporción puede ser mayor o menor", comentó la Dra. Ana Osorio, investigadora de la Unidad Clínica de Cáncer Familiar del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas de Madrid, España, quien participó del estudio.
"Si llega una mujer con cáncer de ovario siempre se le testea. Si se encuentra la mutación se recomienda testear a familiares de primer grado que tienen 50% de riesgo de tener la mutación", destacó el Dr. Giornelli.
El Dr. Antonio Lorusso, director médico de la Liga Argentina de la Lucha Contra el Cáncer (LALCEC), que no participó del estudio, agregó que la consejería genética es una necesidad muy importante en países latinoamericanos. "Pero identificado el riesgo no se sabe fácilmente a dónde se deriva a la paciente: las detecciones se realizan en pocos lugares, son costosas y no suelen estar cubiertas por los seguros médicos".
En cuanto a la posibilidad de nuevas indicaciones terapéuticas para los anticonceptivos orales, el Dr. Lorusso fue concluyente: "No se puede decir que a partir de los resultados de este estudio sea una recomendación dar anticonceptivos orales en mujeres con BRCA1 y BRCA2 para prevenir el cáncer de ovario".
En cuanto a las limitaciones de la investigación, los estudios retrospectivos en portadoras de las mutaciones BRCA1 y BRCA2 incluyen los posibles sesgos de prueba y sobrevida.
Por otra parte, las portadoras de estas mutaciones evaluadas en clínicas no fueron testeadas al azar respecto del estado de su enfermedad. Además la mayoría de las participantes fue seleccionada de familias de alto riesgo que calificaban para las pruebas genéticas, lo que resultó en una sobremuestra de mujeres con cáncer de mama y de ovario, cuyo sesgo fue corregido con la utilización del enfoque ponderado ampliado de Antoniou y sus colaboradores.
Véase el estudio aquí