La depresión posparto puede confundirse con la melancolía del bebé, pero los síntomas son mucho más fuertes y duran más tiempo, también afecta en la capacidad para cuidar del infante
Por: Estefanía Santos
La depresión pos-parto puede ser de manera intensa o moderada y se da después del nacimiento del infante, esta acción puede presentar una serie de fuertes sentimientos que hacen que la mamá pase de estar muy alegre a presentar momentos de angustia y ansiedad, esta depresión se presenta entre los tres primeros meses de haber dado a luz.
Causas depresivas
No hay un motivo exacto por el cual a las mujeres le dé esta enfermedad, pero puede haber diferentes pensamientos y actitudes que la pueden precipitar como lo son:
- Cambios físicos.
- Inseguridades.
- Embarazo no deseado.
- Ser menor de 20 años.
Factores de riesgo
- Historial de enfermedad previa: este factor es el que impulsa la mayoría veces la condición, pues la madre ya había presentado historial clínico de depresión, además los antecedentes familiares también pueden impulsar el trastorno.
- Síndrome premenstrual: Las mujeres que tenían este síndrome en sus etapas de menstruación y ovulación son más vulnerables, ya que suelen presentar sintomatología ante los cambios hormonales reproductivos durante el posparto.
- Abuso violento: esto se genera por recuerdos en la infancia o en la edad adulta, también si se sufre de violencia en el embarazo, ya sea de su pareja u otras personas.
- Estrés: Tener estrés por situaciones como una enfermedad, muerte de un ser querido o un parto difícil son una de las razones de manifestación de la enfermedad.
Sintomatología
La depresión posparto puede confundirse con la melancolía del bebé, pero los síntomas son mucho más fuertes y duran más tiempo, también afecta en la capacidad para cuidar del infante; los síntomas se desarrollan dentro de las primeras semanas después del parto pero también hay posibilidades de que empiece antes de dar a luz, los síntomas pueden incluir:
- Cambios de humor graves.
- Llanto excesivo.
- Dificultad para relacionarse con el bebé.
- Aislarse de familiares y amigos.
- Pérdida del apetito o comer mucho más de lo habitual.
- Insomnio o dormir demasiado.
- Irritabilidad.
- Miedo a no ser una buena madre.
- Sentimientos de inutilidad, vergüenza, culpa o insuficiencia.
- Disminución de la capacidad de pensar con claridad, concentrarse o tomar decisiones.
- Inquietud.
- Ansiedad grave y ataques de pánico.
- Pensamientos acerca de lastimarse o lastimar al bebé.
- Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio.
Si no llegase hacer una depresión a causa del embarazo, durara más de un año y debe ser tratada con un especialista en el área.