La llegada de la menopausia está marcada por múltiples cambios en el cuerpo de la mujer; lo que puede dar lugar al desarrollo de alteraciones del sueño.
Por: Estefanía Santos
El descanso es uno de los hábitos de vida más importantes para el ser humano; pues permite recuperar la energía y reparar la hormona del crecimiento, que es la encargada de correcto desarrollo del cuerpo. Sin embargo, durante la menopausia tener un buen ciclo de descanso puede ser complejo.
La llegada de la menopausia está marcada por múltiples cambios en el cuerpo de la mujer; lo que puede dar lugar al desarrollo de alteraciones del sueño. Esto a su vez dificulta a la mujer dormir y descansar en los horarios que lo hacía habitualmente.
Se cree que estas alteraciones se producen por los variantes niveles de estrógeno, pues podría afectar la producción de serotonina que después se transforma en melatonina, conocida como la hormona del sueño.
Se ha logrado evidenciar que las mujeres en la etapa de la menopausia son más susceptibles a desarrollar insomnio y apnea del sueño debido a los cambios físicos y biológicos que atraviesa el cuerpo en este momento.
Además, la menopausia se caracteriza por generar síntomas como sofocos, sudoración nocturna, depresión, aumento de peso, entre otros; signos que pueden incidir en los problemas para conciliar el sueño y tener un descanso reparador.
Algunas investigaciones han logrado comprobar que las personas que duermen menos de ocho horas, tiempo recomendado por los especialistas, presentan quebrantos de salud como: el aumento de peso, pérdida de peso, depresión, entre otros.
Por esta razón, es importante buscar ayuda de un especialista ante cualquier anomalía que pueda presentarse durante la menopausia; así se pueden evitar complicaciones de salud.