El daño que provoca el consumo de alcohol en el cerebro no se frena inmediatamente después de abandonar el hábito.
Por: Redacción MSP
Un estudio demostró por primera vez que las alteraciones en la estructura del cerebro no comienzan a revertirse inmediatamente después de abandonar el alcohol.
El daño que provoca el consumo de alcohol en el cerebro no se frena inmediatamente después de abandonar el hábito. Así lo demuestra un trabajo conjunto del Instituto de Neurociencias CSIC-UMH, en Alicante, y del Instituto Central de Salud Mental de la Universidad de Heidelberg, en Alemania, que ha detectado, mediante resonancia magnética, cómo, al menos durante las seis primeras semanas de abstinencia, siguen progresando los daños en la materia blanca, que son como las «autopistas» del cerebro.
Estudio paralelo en cerebro ratas
Para determinar si los daños observados en el cerebro de los pacientes participantes estaban realmente producidos por la bebida o existían otros factores que podían influir (tabaco, cocaína, marihuana, problemas neurológiocs o psiquiátricos), los investigadores llevaron a cabo el mismo estudio, de forma paralela, en ratas con preferencia por el alcohol. «En este modelo animal vemos un patrón muy similar al de los sujetos alcohólicos, aunque nunca llegan a sus niveles de intoxicación. Esto sugiere que cantidades de alcohol limitadas también pueden producir un patrón de daños similares en la estructura del cerebro, aunque el efecto sea menor», concluye la investigadora.
El objetivo de este trabajo es identificar biomarcadores que permitan realizar un diagnóstico temprano y personalizado de los daños en el cerebro producidos por el abuso de alcohol de cara al tratamiento de estos pacientes.