La ansiedad puede empeorar la dispepsia al aumentar la sensibilidad a las sensaciones estomacales desagradables.
Por: Jose Ibraim Alape
La dispepsia, un término que comúnmente se asocia con la indigestión, va más allá de ser simplemente una molestia estomacal. Este malestar localizado en la parte superior del abdomen puede presentarse de diversas maneras, desde flatulencia hasta ardor estomacal, y su complejidad radica en la variedad de causas subyacentes y síntomas asociados.
Síntomas ampliados y factores desencadenantes de la dispepsia
Además de los síntomas clásicos, la dispepsia puede manifestarse como una sensación repentina y manifiesta, lo que añade una capa de imprevisibilidad a esta molestia. La relación entre la ingestión de alimentos y la aparición de síntomas varía, siendo algunos pacientes propensos a la saciedad precoz, otros a la saciedad posprandial y algunos sin relación aparente con las comidas.
La ansiedad, aunque no es la causa directa de la dispepsia, puede exacerbarla, aumentando la percepción de sensaciones desagradables y convirtiendo un malestar menor en una experiencia angustiosa.
Causa desconocida de la dispepsia
La dispepsia puede surgir después de una comida abundante, el consumo de alcohol o la administración de ciertos medicamentos irritantes. Sin embargo, las causas recurrentes pueden incluir condiciones más serias como cáncer (de estómago o esófago), vaciamiento gástrico retardado, enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), gastritis, úlcera gastroduodenal o infección por Helicobacter pylori. La ansiedad, aunque no causa directamente dispepsia, puede contribuir al malestar al aumentar la sensibilidad a las sensaciones gástricas.
Evaluación rigurosa para diagnosticar dispepsia
La identificación de signos de alarma, como dificultad respiratoria, pérdida de apetito, náuseas persistentes, pérdida de peso inexplicada y sangre en las heces, es crucial para determinar la urgencia de la evaluación médica. Aquellos con dispepsia recurrente y sin signos de alarma también deben buscar atención médica para descartar posibles causas subyacentes.
Abordaje médico y tratamiento de la dispepsia
La evaluación médica incluye una anamnesis detallada, exploración física y pruebas específicas, como la endoscopia digestiva alta y análisis de sangre. En casos de isquemia coronaria aguda, especialmente en personas mayores de 60 años, se requiere una evaluación inmediata en un centro de urgencias.
El tratamiento de la dispepsia se basa en abordar la causa subyacente. En casos sin trastornos identificables, se pueden probar medicamentos que inhiben la producción de ácido, como inhibidores de la bomba de protones o bloqueantes de los receptores de histamina. Alternativamente, se pueden recetar agentes citoprotectores o medicamentos procinéticos para estimular el movimiento del tubo digestivo. En algunos casos, se considera el uso de antidepresivos.
Importancia de no subestimar la molestia estomacal y su manejo efectivo
La dispepsia, a pesar de su naturaleza a menudo leve, no debe ser subestimada. La colaboración activa con profesionales de la salud, la identificación temprana de signos de alarma y la comprensión de los factores desencadenantes son esenciales para un manejo efectivo. Abordar esta compleja afección requiere un enfoque integral que combine la evaluación médica adecuada con un tratamiento dirigido a la causa subyacente.
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