Las personas con esta condición tienen mayor riesgo de desarrollar la enfermedad en los próximos cinco a diez años, lo que hace que esta señal sea clave para la vigilancia temprana.
Por: Katherine Ardila
El cáncer de páncreas, conocido por su letalidad y diagnóstico tardío, podría tener un indicador temprano que permita detectarlo en etapas más tratables.
Investigadores de la Universidad Johns Hopkins han descubierto que el agrandamiento del conducto pancreático está relacionado con mayores probabilidades de desarrollar este tipo de cáncer en personas con alto riesgo.
Este hallazgo, publicado en la revista Gastro Hep Advances, representa un avance significativo contra una enfermedad que representa solo el 3% de todos los cánceres en EE. UU. pero que causa el 8% de todas las muertes por cáncer.
La Sociedad Estadounidense del Cáncer explica que esto se debe a que suele diagnosticarse en etapas avanzadas, cuando ya se ha extendido a otros órganos.
Detectar lo invisibleEl páncreas, ubicado detrás del estómago, cumple funciones cruciales en la digestión y regulación del azúcar en la sangre. Su posición profunda en el cuerpo hace que los tumores tempranos pasen desapercibidos en exámenes físicos rutinarios.
Para el estudio, el equipo realizó IRM y ecografías a 641 personas con alto riesgo de cáncer de páncreas, ya sea por antecedentes familiares múltiples o predisposición genética. Los resultados mostraron agrandamiento del conducto pancreático en 97 pacientes.
Las cifras son reveladoras: las personas con este agrandamiento tenían un 16% más de probabilidades de desarrollar cáncer de páncreas después de cinco años, y un 26% más después de una década.
En general, los participantes con esta condición tenían 2.6 veces más probabilidades de terminar con la enfermedad, especialmente si también presentaban tres o más quistes pancreáticos.
Diagnóstico tempranoLa doctora Marcia Irene Canto, investigadora principal y profesora de medicina y oncología en Johns Hopkins, destacó el potencial de este descubrimiento: "Este hallazgo podría conducir a una mejor supervivencia si los cánceres se detectan temprano".
La identificación de este marcador permite intervenciones más oportunas. "Al identificar este factor de riesgo temprano, pudimos intervenir más rápidamente", explicó Canto. "La intervención sería operar o hacer imágenes mucho más frecuentes".
La especialista añadió un dato crucial: "Fue notable cómo, incluso con la mejor tecnología de imágenes, una masa de cáncer de páncreas puede no ser visible incluso cuando está causando cambios estructurales en la glándula. Tenemos la oportunidad de hacerlo mejor".
Hacia el futuroUna ventaja adicional de esta señal de advertencia es que puede aparecer en exploraciones realizadas por otros motivos, como cálculos renales o dolor abdominal. "Los proveedores deben ser conscientes de que es algo que debe abordarse de inmediato", advirtió Canto.
El siguiente paso en esta línea de investigación es ambicioso: entrenar inteligencia artificial para analizar exploraciones del páncreas y hacer predicciones más específicas y precisas sobre el riesgo de cáncer.
Mientras las tasas de supervivencia a cinco años para este cáncer oscilan entre el 3% y el 16%, cada avance en la detección temprana representa una esperanza concreta contra uno de los cánceres más agresivos y difíciles de tratar.