El dolor es la fuente primaria de discapacidad en Estados unidos y quizás en el mundo.
Por: Redacción MSP
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Alejandra Martínez
Agencia Latina de Noticias Medicina y Salud Pública
El dolor es la fuente primaria de discapacidad en Estados unidos y quizás en el mundo. Al respecto, una de las ramas de la medicina que trabaja arduamente para asistir este problema es la fisiatría, la cual atraviesa en la actualidad un proceso de transformación. Entre sus desafíos se encuentra hacer frente a la crisis de opioides en relación al dolor crónico, la principal causa de mortalidad accidental en el país debido a la sobredosis de drogas por adicción a estos opiáceos.
En este sentido, el médico residente Robert Pagán Rosado sostuvo una conversación al respecto con la Revista Medicina y Salud Pública (MSP) y nos hizo saber que aunque sea poco conocido, la fisiatría se enfoca en el manejo holístico de pacientes; es decir, no solo toma en consideración los síntomas físicos, sino también aquellos factores externos psicológicos que afectan al paciente y lo pueden predisponer al dolor crónico.
Para ello, con el fin de aliviar el dolor de una forma más íntegra, según indicó el galeno, si nos enfocáramos en procedimientos podríamos tener en cuenta muchos métodos pertenecientes a la fisiatría que no son dependientes de opioides; como el ejercicio, la incorporación de medicamentos, las inyecciones de esteroides, los bloqueos de nervios, o la neuromodulación -que consiste en poner un dispositivo en el cordón espinal-, los cuales regulan ciertas respuesta de los nervios; aunque estos últimos serían usados como opciones extremas para tratar el manejo del dolor sin opioides.
Solo reorientando la política de salud hacia un enfoque integral que reduzca al mínimo el consumo de opiáceos podemos abordar adecuadamente esta crisis de opiáceos. Además de la cantidad limitada de sesiones terapéuticas aprobadas por los seguros de salud y sus altos costos de bolsillo, el tratamiento con opiáceos de bajo costo en los programas de rehabilitación del dolor, y menor acceso a estos programas. El doctor indicó que otra de las principales barreras que favorecen esta crisis es la falta de educación consciente en los pacientes, pues estos deben saber que hay opciones que van más allá del uso de opioides; para ello se requiere un equipo multidisciplinario que va desde el fisiatra hasta terapistas, psicólogos, especialistas ortopedas e incluso hasta neurocirujanos y psiquiatras, puesto que muchos pacientes con dolor crónico padecen de enfermedades psicológicas y psiquiátricas, por ejemplo, la depresión, ansiedad, entre otras que predisponen a los pacientes al dolor crónico y puedan extenderlo. “A pesar de que sería este un proceso más largo, es una forma más saludable que predispone a los pacientes a convivir con menos a complicaciones futuras como lo es la adicción a los opioides. Aunque la falta de educación al paciente hace parte de un problema bastante amplio, con ella se podría comenzar a trabajar desde la raíz con políticas de salud pública. No obstante, habría que tener en cuenta que es algo que se debe trabajar poco a poco, ya que no todo el mundo tiene la disposición o tolerancia para educarse al respecto.Un paso importante para la fisiatría con especialidad en el tratamiento de dolores crónicos es que los fondos de investigación se están enfocando en el estudio de estos protocolos. Por lo tanto, la meta sería comenzar con un proceso desde la raíz como se dijo antes; es decir, desde la educación médica de posgrado se debe enfatizar la importancia de la rehabilitación del dolor.En este sentido se ha de comenzar a educar a los estudiantes de medicina para que, desde su formación, se vaya transmitiendo; de esta manera ellos podrán transmitirlo a sus familias, a los pacientes y comunidades, etc. Además, se requiere que las investigaciones se sigan publicando.El Dr. Pagán afirmó que hay lograr que los pacientes conozcan que a pesar de que el dolor es sintomático y puede sentirse muy localizado, puede trabajarse desde distintas perspectivas, no solamente de los procedimientos regulares y los medicamentos. Por otro lado, admite que, aunque es muy fácil decirlo, es esta la razón principal por la que ha sido tan difícil combatir la crisis de opioides, pues las personas con dolor no van a querer esperar. “Así que esa es la limitación principal; afirmó a MSP. La idea es que la mayoría de la gente comience a informarse y educarse de que sí hay formas de tratarlo y son mucho más saludables. Pero lamentablemente no todos los sistemas de salud pueden sustentar esta idea con los equipos médicos multidisciplinarios que se requieren. Entonces, podría decirse que en EE.UU. la crisis de opioides en pacientes con dolor crónico constituye un problema de salud pública.
Estigmas sociales para tratar el dolor crónico. Por lo general las personas que van a tratarse con medicamentos esperan que estos les eliminen el dolor de inmediato, cuando lo real es que el manejo del dolor no es algo que se cura o elimina al 100%; depende de muchos factores. Este es un problema que se ha reforzado, incluso desde los profesionales, ya no se está educando lo suficiente a este tipo de pacientes: “Algo que debería ser primordial, porque si el paciente es consciente sobre en qué se basa el dolor y cuáles son la metas realistas del tratamiento, probablemente su satisfacción a la hora de ser tratado no se verá tan afectada Hay estudios que demuestran que cuando los pacientes están más conscientes de cuál es el pronóstico de su condición, se ha visto una mejoría en su calidad de vida, pues no es lo mismo saber y comprender lo que está pasando a esperar que algo esperado suceda. El costo de las terapias físicas es un tratamiento primordial en la fisiatría, aunque su costo limita a los pacientes. El doctor afirma que, aunque la terapia es un proceso largo, es efectiva. Otro obstáculo de la fisiatría con el manejo multidisciplinario terapéutico es que el opiáceo es más accesible y provee atajos. Actualmente el uso de opiáceos podría ser más accesible, pero a largo plazo puede ser contraproducente. Además, produciría mayores gastos. Según el médico hay estudios que demuestran que los gastos causados por la crisis de opioides sobrepasan millones de dólares. Sin embargo, a largo plazo, lo que realmente será beneficioso es que se manejen estos pacientes con un sistema multidisciplinario. Es decir que, a largo plazo las implicaciones de salud y salud pública del uso de opioides para tratar el dolor crónico son peligrosas, aunque no todo el mundo quiera verlo así. Como fisiatras, nuestro trabajo no es sólo aliviar el dolor, sino también proporcionar mejores resultados para nuestros pacientes a través de una mejor calidad de vida y función”;