¿Para qué sirve el metronidazol? Cuándo es recomendado, cómo tomarlo y efectos secundarios

Es un antibiótico de amplio espectro que combate infecciones bacterianas y algunas de transmisión sexual, como la vaginosis bacteriana, pero no es efectivo contra virus como la gripe o el resfriado.

Por: Katherine Ardila


El metronidazol es un medicamento antimicrobional perteneciente a la clase de los nitroimidazoles, cuya acción principal consiste en detener el crecimiento de bacterias

Este fármaco se prescribe para tratar una amplia gama de infecciones bacterianas que pueden afectar al aparato reproductor, el tracto gastrointestinal, la piel, el corazón, los huesos, las articulaciones, los pulmones, la sangre y el sistema nervioso. 

Asimismo, es utilizado para tratar determinadas enfermedades de transmisión sexual y, de manera específica, la vaginosis bacteriana en mujeres, la cual es una infección causada por un exceso de ciertos tipos de bacterias dañinas en la vagina. 

No obstante, es crucial entender que los antibióticos como este no son efectivos para combatir resfriados, gripe u otras infecciones virales; por el contrario, usarlos cuando no son necesarios aumenta el riesgo de contraer una infección posterior que resista el tratamiento antibiótico.

¿Cómo se usa el metronidazol?

La presentación del metronidazol puede ser en tableta, cápsula o suspensión (líquido) para tomar por vía oral. Es fundamental seguir las instrucciones de dosificación al pie de la letra, ya que estas varían: las tabletas y la suspensión generalmente se toman en una dosis única o divididas en dos dosis en un día, o de dos a cuatro veces al día durante un máximo de 10 días o más, mientras que las cápsulas suelen tomarse de dos a cuatro veces al día durante 10 días o más. 

Para garantizar la efectividad del tratamiento, se debe agitar bien la suspensión oral antes de cada uso y emplear un utensilio de medición adecuado, como una cuchara dosificadora. Además, las tabletas de liberación prolongada deben tragarse enteras. 

Es de suma importancia continuar tomando el medicamento incluso si la persona se siente bien, ya que suspenderlo previamente o omitir dosis puede resultar en que la infección no se cure por completo y en que las bacterias desarrollen resistencia a los antibióticos.

Precauciones e interacciones de vital importancia

Antes de iniciar un tratamiento con metronidazol, es imprescindible informar al médico sobre cualquier condición de salud preexistente. En particular, los pacientes con síndrome de Cockayne no deben tomar este medicamento, y aquellos con enfermedad de Crohn, problemas sanguíneos o enfermedad renal o hepática deben ser evaluados cuidadosamente. 

De igual manera, se debe comunicar al profesional de la salud sobre cualquier alergia conocida a medicamentos de la misma familia, como el secnidazol o el tinidazol. La interacción con otros fármacos es una consideración crítica; por ejemplo, no se debe tomar disulfiram en las dos semanas previas al tratamiento, y se debe informar sobre el consumo de medicamentos como la cimetidina. Una de las precauciones más destacadas es la estricta prohibición de consumir bebidas alcohólicas o productos con alcohol o propilenglicol durante el tratamiento y hasta al menos 3 días después de la última dosis, ya que esta combinación puede provocar reacciones adversas severas como náuseas, vómitos, calambres, dolor de cabeza y rubor.

Efectos secundarios del metronidazol y medidas ante una sobredosis

Como cualquier medicamento, el metronidazol puede causar efectos secundarios. Entre los más comunes se encuentran síntomas como náuseas, vómitos, diarrea, molestias estomacales, dolor de cabeza y un sabor metálico fuerte y desagradable en la boca. 

Sin embargo, es crucial estar atento a efectos más graves que requieren atención médica inmediata, tales como entumecimiento, dolor o hormigueo en las extremidades, convulsiones, sarpullido severo, signos de una nueva infección como fiebre o dolor de garganta, mareos, dificultad para hablar o problemas de coordinación. 

En caso de una sobredosis, cuyos síntomas pueden incluir náuseas, vómitos, pérdida de coordinación, convulsiones y entumecimiento en las extremidades, se debe contactar de inmediato a la línea de ayuda de control de envenenamiento al 1-800-222-1222 o acudir a un servicio de emergencia si la situación es crítica.

Almacenamiento, desecho e información adicional

Para mantener la integridad del medicamento, se debe almacenar en su empaque original, bien cerrado, a temperatura ambiente y lejos de la luz, el exceso de calor y la humedad. Es fundamental guardar todos los medicamentos en un lugar seguro y fuera del alcance de los niños. 

Cuando el tratamiento finalice o el medicamento ya no sea necesario, se debe desechar de manera responsable utilizando un programa de devolución de medicamentos y nunca tirarlo por el inodoro. Finalmente, es importante asistir a todas las citas médicas y de laboratorio, informar a los profesionales de la salud que se está tomando metronidazol antes de cualquier prueba, y no compartir el medicamento con otras personas. 

Mantener una lista actualizada de todos los medicamentos que se consumen es una práctica recomendada para cualquier consulta médica o situación de emergencia.



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