La interrupción brusca del lorazepam, tras un uso sostenido, puede provocar un síndrome de abstinencia severo que incluye convulsiones, insomnio intenso, agitación y, en algunos casos, psicosis.
Por: Mariana Mestizo Hernández
El lorazepam es un medicamento indicado para el alivio de la ansiedad. Asimismo, se emplea en el tratamiento del insomnio relacionado con cuadros de ansiedad o estrés situacional transitorio. Pertenece al grupo de las benzodiacepinas, cuya acción principal consiste en reducir la actividad cerebral, facilitando así un estado de relajación.
El lorazepam se presenta en tabletas, cápsulas de liberación prolongada (comercializadas como Loreev) y solución concentrada (líquido), todas para administración oral, con o sin alimentos.
El portal MedlinePlus señala también que las tabletas y la solución concentrada suelen administrarse dos o tres veces al día. En el contexto del insomnio, se recomienda tomar la dosis correspondiente a la hora de acostarse. Por su parte, las cápsulas de liberación prolongada se indican generalmente una vez al día, en las mañanas.
Instrucciones para una correcta ingestaEs fundamental seguir al pie de la letra las instrucciones impresas en la etiqueta del medicamento. Ante cualquier duda, se recomienda consultar con el médico tratante o con el farmacéutico. El lorazepam debe tomarse exactamente según la indicación profesional.
Las cápsulas de liberación prolongada deben ingerirse enteras; no deben triturarse ni masticarse. En caso de no poder deglutirlas, es posible abrir la cápsula y espolvorear su contenido sobre una cucharada de compota de manzana. Esta mezcla puede prepararse con antelación y conservarse hasta por dos horas. Al momento de la administración, debe ingerirse toda la mezcla sin masticar, seguida de agua para asegurar que todo el contenido sea tragado. No se debe guardar la mezcla para su uso posterior.
En cuanto a la solución concentrada, esta se acompaña de un gotero calibrado para facilitar la dosificación. Se recomienda solicitar orientación al farmacéutico sobre su uso adecuado. Antes de administrarse, el concentrado debe diluirse en agua, jugo o una bebida carbonatada. También puede mezclarse con compota de manzana o pudín. La mezcla debe agitarse suavemente durante algunos segundos y consumirse de inmediato. No se debe almacenar para usos posteriores.
Otros usos clínicos del lorazepam
El lorazepam es un ansiolítico de la clase de las benzodiacepinas, indicado principalmente para el tratamiento de la ansiedad. También se prescribe en casos de insomnio asociado al estrés, y ocasionalmente para controlar náuseas inducidas por quimioterapia o la agitación relacionada con la abstinencia alcohólica. Su acción se basa en disminuir la actividad cerebral, favoreciendo un estado de calma.
Precauciones antes de iniciar el tratamiento
Antes de iniciar el tratamiento, es fundamental informar al médico sobre antecedentes de alergias a benzodiacepinas, glaucoma de ángulo estrecho, trastornos respiratorios, hepáticos o cardíacos, así como sobre el uso de otros medicamentos o suplementos.
En pacientes embarazadas o en periodo de lactancia, su administración debe evaluarse cuidadosamente debido al riesgo de efectos en el recién nacido. Las personas mayores requieren dosis reducidas, ya que presentan mayor sensibilidad a los efectos del fármaco.
Posibles efectos secundarios
Entre los efectos secundarios más frecuentes se encuentran somnolencia, mareo, fatiga, alteraciones gastrointestinales y cambios en el apetito o la libido. También pueden presentarse reacciones más graves, como dificultad para respirar, temblores persistentes, ictericia o ritmo cardíaco irregular, que requieren atención médica inmediata.
El lorazepam, aunque eficaz, debe utilizarse bajo estricta supervisión médica, especialmente por su potencial de dependencia y por los riesgos asociados a un uso prolongado o incorrecto.