La principal fuente natural de vitamina D es la luz solar, pero sorprendentemente, gran parte de la población mundial carece de la cantidad suficiente.
Por: Mariana Mestizo Hernández
La vitamina D es un nutriente esencial que desempeña un papel fundamental en la salud al contribuir al mantenimiento de huesos fuertes y promover la función muscular e inmunológica.
A pesar de su importancia, se observa una falta generalizada de esta vitamina en todo el mundo, lo que ha convertido los suplementos de vitamina D en uno de los productos más populares del mercado.
Deficiencia de la vitamina a nivel mundial
La principal fuente natural de vitamina D es la luz solar, pero sorprendentemente, aproximadamente el 25% de los estadounidenses y el 40% de los europeos carecen de la cantidad suficiente.
Esta carencia también es común en regiones soleadas como el Oriente Medio, Asia y Australia. La falta de consenso entre los investigadores sobre la cantidad necesaria de vitamina D para una salud óptima y los beneficios reales de los suplementos ha generado confusión, especialmente en personas jóvenes y saludables.
Recomendaciones contradictorias
Además, las recomendaciones para obtener vitamina D son contradictorias. La exposición al sol es la mejor fuente, pero las advertencias sobre el riesgo de cáncer de piel han llevado a muchas personas a evitarla. Se alienta a mantener una dieta rica en vitamina D, pero la mayoría de los alimentos no contienen cantidades suficientes.
Anne Cappola, endocrinóloga y profesora de medicina en Penn Medicine, resume la complejidad de la situación: "Hay muchas recomendaciones, ¿Cómo priorizamos lo que deberíamos hacer y qué es lo más importante?".
Vitamina vital
La vitamina D es esencial para la absorción de calcio, la prevención de enfermedades óseas como la osteoporosis y la protección contra afecciones graves como la osteomalacia y el raquitismo. Además, desempeña un papel crucial en el sistema muscular, la función nerviosa y las defensas inmunológicas.
A pesar de que numerosos estudios sugieren que la vitamina D puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas como el cáncer y la diabetes tipo 2, las revisiones exhaustivas han arrojado resultados en su mayoría no concluyentes.
Los grupos de trabajo de servicios preventivos de Estados Unidos han recomendado en repetidas ocasiones no realizar pruebas de deficiencia de vitamina D en la población general debido a la falta de evidencia sólida.
Factores que pueden afectar
Cualquier persona puede sufrir deficiencia de vitamina D, pero factores como la edad, el tipo de piel, condiciones médicas y medicamentos específicos aumentan el riesgo. La obesidad también puede llevar a deficiencia, ya que el exceso de grasa corporal almacena más vitamina D, reduciendo su disponibilidad en el torrente sanguíneo.
Fuentes naturales
Las fuentes naturales de vitamina D en la dieta son limitadas, como los pescados grasos y los productos enriquecidos. Sin embargo, la cantidad proporcionada por los alimentos es insuficiente para muchos, y las recomendaciones varían según la edad.
La solución para mantener niveles adecuados implica un equilibrio entre la exposición solar moderada, una dieta rica en vitamina D y, en algunos casos, la suplementación. Sin embargo, es esencial evitar la sobredosis de suplementos, ya que puede tener efectos adversos graves.
Fuente consultada aquí.