Puerto Rico no cuenta con apoyo económico de los planes médicos para el tratamiento de la obesidad, lo que ha llevado a los pacientes a recurrir a alternativas riesgosas.
Por: María Camila Sánchez
Hace tan solo unos meses, las redes sociales expusieron la facilidad con la que algunos fármacos para la diabetes contribuyen a la pérdida de peso en pacientes a quienes eran prescritos, razón por la cual, se viralizó su uso en personas que no padecían la condición.
A raíz de esto, los profesionales de la salud de todo el mundo alertaron sobre los efectos secundarios y los riesgos de consumir estos medicamentos, como Ozempic y Wegovy, sin supervisión médica, pero aún así los fármacos seguían siendo utilizados deliberadamente, tanto así, que se generó una escasez de los mismos.
Desde la Revista de Medicina y Salud Pública, conversamos con la Dra. Leticia Hernández, endocrinóloga y presidenta de la Sociedad Puertorriqueña de Endocrinología y Diabetología, quien aseguró que en este momento, un 60 % de la población puertorriqueña padece de obesidad y/o sobrepeso.
¿Qué relación hay entre los fármacos para la diabetes y la pérdida de peso?
Según explica la Dra. Hernández, "los agonistas de GLP-1, medicamentos creados inicialmente para el manejo de la diabetes, producían como parte de su mecanismo de acción una disminución de peso; dependiendo del agonista de GLP-1, es la cantidad de peso que se asocia al uso".
Según un artículo publicado en el The New England Journal of Medicine, el Dr. Robert Kushner de la Universidad Northwestern y sus colegas mencionaron que la pérdida de peso con semaglutida se debe a una reducción en la ingesta de energía debido a una disminución del apetito, que se cree que es el resultado de efectos directos e indirectos en el cerebro.
Ozempic era el fármaco que se asociaba a una mayor pérdida de peso, y fue esto lo que ocasionó que personas que no vivían con diabetes, lo utilizaran porque se les prescribía para el manejo de la obesidad.
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Consecuencias del limitado acceso a fármacos para tratar la obesidad
Es bien sabido que la obesidad se asocia a distintas complicaciones, y de hecho está relacionada a las tres principales causas de muerte en Puerto Rico, como varios tipos de cáncer, enfermedad cardiovascular y diabetes.
Sin embargo, "los planes médicos no reconocen esta condición de manera que aprueben los medicamentos que se utilizan para el manejo de la misma, cuando se cumplen ciertas características específicas", es decir, que "ciertas personas que sí tienen indicación para terapias farmacológicas de obesidad, no tienen acceso a los medicamentos por el costo que tienen y por no tener una contribución de su seguro médico al pago de estos".
Ahora bien, esto ha llevado a los pacientes a recurrir a otras alternativas riesgosas que no están reguladas por los organismos pertinentes, y por tanto no se conoce su composición exacta, pureza y eficacia.
"Muchas personas recurren a clínicas que dispensan un compuesto llamado ´semaglutide´. No es el medicamento original que sí fue evaluado, estudiado, aprobado por la FDA, y no conocemos riesgos, ni beneficios y tampoco los modos de acción".
De hecho, la agencia de Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), emitió dos alertas, la primera el pasado 31 de mayo y la segunda el 2 de junio, al confirmar que se están utilizando las sales de semaglutida para hacer las preparaciones de este medicamento, aún cuando estas sales no están aprobadas para el consumo humano.
"Cuando tenemos un medicamento no regulado por la FDA, no conoces la concentración específica entre lote y lote, puede haber una variabilidad, por ejemplo, si yo recibo el medicamento de un lote y luego el próximo mes recibo el medicamento de otro lote, como no hay nadie que lo regule, puedo tener un lote que no sea eficaz en la pérdida de peso y puedo tener en otro momento un medicamento más concentrado que produzca una pérdida de peso mayor pero también una probabilidad mayor de efectos secundarios", mencionó.
Comercio de sales de semaglutida: al margen de la ley
Desafortunadamente, varios establecimientos y personas naturales que no tienen autorización para prescribir, tienen acceso a estos medicamentos y lo ofrecen a personas con obesidad que ven esto como una solución fácil a esa condición, pero esto no debería ser así.
El comercio de las sales es ilegal. La FDA ha emitido un comunicado al respecto y las farmacias de preparación autorizadas en los EEUU también se han expresado al respecto porque estas farmacias siguen unas regulaciones que son no tan estrictas como las de una farmacéutica tradicional.
Según la Dra. Hernández, el manejo de peso se debe realizar de acuerdo a unas guías que conllevan la evaluación con nutricionista, un programa de ejercicios, un monitoreo de laboratorios y la evaluación de los posibles efectos secundarios que pueden tener para escoger, en aquellos pacientes que fallaron en cambios del estilo de vida y tienen criterios para terapias farmacológicas de obesidad, el medicamento adecuado para usarlo de manera segura, efectiva y no provocar una pérdida de peso excesiva.
"Se supone que no perdamos más de 1 o 2 libras por semana, y tenemos personas que en un mes pierden una cantidad mucho más alta de peso, y lamentablemente lo que pierden no es grasa, sino proteína y agua que es esencial para el cuerpo".
Una de las posibles complicaciones de esta pérdida de peso es el desarrollo de piedras en la vesícula, con todo lo que esto conlleva, como una obstrucción y llevar a pancreatitis.
Otro factor importante a mencionar, es que en los pacientes con diabetes, se ha presentado una duplicidad de terapia, es decir, hay quienes utilizan estos compuestos sin saber si se pueden usar en combinación.