Para que la terapia dietética tenga éxito es necesario que el médico y el nutricionista presten atención a la capacidad de masticación del paciente.
Por: Pedro Felipe Cuellar
Según los resultados de un pequeño estudio realizado, la neuropatía se asoció a disfunción masticatoria, independientemente de la falta de dientes o en casos de diabetes a su gravedad.
"Demostramos que los pacientes con diabetes de tipo 2 que desarrollaron neuropatía diabética tenían una eficiencia masticatoria significativamente reducida", informaron Yuta Hamamoto, odontólogo, Ph. D., y sus colaboradores en un estudio publicado en versión electrónica en PLoS One.
Hallazgos importantes dado que, "masticar bien es esencial para el éxito de la terapia dietética y el control del nivel de glucosa en sangre en pacientes con hiperglucemia", explicaron los investigadores.
Para que la terapia dietética tenga éxito es necesario que el médico y el nutricionista presten atención a la capacidad de masticación del paciente. También puede ser necesaria una intervención odontológica, indicó Hamamoto.
"Podemos restaurar su función oclusal mediante un tratamiento protésico y periodontal, también podemos examinar la función oral y dar a los pacientes rehabilitación para mejorar la masticación", informó Hamamoto,
Cuantificación de la capacidad de masticación
Un buen control glucémico en la diabetes de tipo 2 retrasa la aparición y la progresión de complicaciones microvasculares, como nefropatía, neuropatía y retinopatía, afirmaron los investigadores.
Al mismo tiempo, la periodontitis se caracteriza por la movilidad o la pérdida de los dientes, lo que origina una disfunción masticatoria, y está ampliamente aceptado que la pérdida de dientes se asocia a la diabetes.
Hamamoto y sus colaboradores se propusieron determinar si la capacidad de masticación se relacionaba con las complicaciones microvasculares de la diabetes mediante una nueva prueba que cuantifica la capacidad de masticación.
Inscribieron a 172 pacientes con diabetes de tipo 2 que se sometieron a una hospitalización educativa en el Departamento de Endocrinología y Medicina de Diabetes del Hospital Universitario de Hiroshima desde abril de 2016 hasta marzo de 2020.
Estos pacientes habían desarrollado una diabetes grave y fueron hospitalizados para recibir educación sobre diabetes, nutrición y tratamiento, incluida la orientación sobre cómo inyectarse insulina, explicó Hamamoto.
Los pacientes proporcionaron muestras de sangre y orina que se utilizaron para medir la creatinina en orina, la excreción sérica de albúmina en orina y la relación albúmina-creatinina en orina para detectar nefropatía diabética.
Se diagnosticó neuropatía diabética si los pacientes tenían dos de los siguientes síntomas: neuropatía diabética, reducción del reflejo del tendón de Aquiles o disminución de la sensación de vibración en el maléolo interno.
Los pacientes se sometieron a un examen de fondo de ojo para detectar retinopatía diabética.
Se les hizo un examen dental que incluía un recuento de dientes móviles (sueltos), dientes faltantes y detección de periodontitis.
Al inicio, los pacientes tenían una media de edad de 61 años y un 58 % eran hombres; llevaban una media de 11 años con diabetes y su hemoglobina glucosilada media era del 10,3 %.
Cerca de tres cuartas partes de los pacientes tenían neuropatía diabética (71 %) y una cuarta parte tenía retinopatía diabética (25 %). Alrededor de la mitad tenía nefropatía crónica en estadio 1 (53 %) y un número menor tenía nefropatía crónica en estadio 2 (34 %), nefropatía crónica en estadio 3 (7 %) o nefropatía crónica en estadio 4 (6 %); ninguno tenía nefropatía crónica en estadio 5.
De media, los pacientes tenían 23 dientes y dos dientes móviles. Ninguno tenía implantes dentales y 46 pacientes tenían prótesis removibles.
La eficacia de la masticación se midió mediante una prueba de capacidad de masticación (Gluco Sensor GS-II, GC Corporation, Tokio, Japón).
Para esta prueba, los pacientes masticaban 2 g de gominola que contenía unos 100 mg de glucosa durante 20 segundos, luego se enjuagaban con 10 ml de agua, y a continuación escupían la gominola masticada y el agua en un vaso cubierto con una malla. El sensor detectaba la cantidad de glucosa en el filtrado y se tomaba el promedio de dos pruebas como medida de la eficacia de la masticación.
La eficiencia de la masticación se asoció significativamente con la duración de la diabetes (p = 0,049), el número de dientes restantes (p < 0,0001), el número de dientes móviles (p = 0,007) y el hecho de tener neuropatía diabética (p < 0,0001).
La edad, el índice de masa corporal, la hemoglobina glucosilada, el área de superficie inflamatoria periodontal, el sexo y el tabaquismo actual no se asociaron significativamente con la capacidad de masticación.
Tras el ajuste por múltiples variables, la neuropatía diabética se asoció significativamente con una menor eficiencia masticatoria (p = 0,007), al igual que tener menos de 20 dientes (p = 0,0001).
Sin embargo, "inesperadamente", la retinopatía y la nefropatía diabéticas no se correlacionaron con la eficiencia masticatoria, escribieron los investigadores.
"Estos resultados implican que la neuropatía diabética podría ser la causa del trastorno masticatorio resultante en los pacientes con diabetes", concluyeron.
Propusieron dos mecanismos biológicos para explicarlo. La neuropatía diabética puede causar la pérdida de la musculatura que interviene en la masticación, o puede causar una parálisis del nervio trigémino (falta de función nerviosa) en los músculos que intervienen en la masticación.
Sin embargo, a diferencia de los estudios anteriores, en el presente estudio no se encontró que la periodontitis estuviera asociada a la capacidad de masticación. Por lo tanto, es necesario realizar más investigaciones.
Fuente consultada aquí.