La diabetes tipo 1 y tipo 2, presenta signos de alerta temprana que podrá darle a los pacientes algún indicio de que algo no está funcionando bien en el cuerpo de este.
Por: Luisa Ochoa
Los síntomas como sentir ganas de orinar, mucha sed, hambre, constante fatiga, hormigueo en las manos y cambios involuntarios en el peso son algunos de los signos más comunes y ayudan a alertar al paciente. Ahora la pregunta es ¿Cómo se diferencian estos signos de acuerdo al tipo de diabetes que padece el paciente?
Criterios diagnósticos en la diabetes
La Dra. Isabel Arroyo, endocrinóloga, estuvo compartiendo sus conocimientos en diabetes durante el evento "Alianza en control de la diabetes", liderado por la Revista de Medicina y Salud Pública, relacionados a la prevención de esta enfermedad que es tan prevalente en todo el mundo.
Criterios diagnósticos generales en la diabetes
Todos los pacientes con diabetes, sea tipo I o II se van a diagnosticar con los mismos criterios, excepto la diabetes gestacional. Principalmente, se utilizan tres pruebas para lograr identificar el nivel de glucosa en la sangre que determine un diagnóstico de diabetes claro.
Tolerancia a la glucosa y otras pruebas diagnósticas
Una de estas, es la prueba de laboratorio que se realiza después de haber pasado ocho horas sin ingerir calorías. Si el nivel de azúcar en sangre llega a 126 o más miligramos por decilitro, significa que el paciente cumple el criterio diagnóstico de diabetes.
La segunda prueba, es lo que se conoce como "la tolerancia de glucosa de dos horas". A los pacientes, se les suministra glucosa anhídrica o glucola de 75 gramos, y a las dos horas se les hace una muestra de sangre para medir el azúcar que, si es de 200 miligramos por decilitro, significa que cumple con los niveles diagnósticos generales de diabetes.
La tercera prueba es la hemoglobina glicosilada o la hemoglobina a1c en la que, si el valor es de 6.5 % o más, se cumple con los criterios de diagnóstico para diabetes, aunque cabe recalcar que dicha prueba también determina la prediabetes.
A diferencia de la diabetes tipo 2, la diabetes tipo 1 se ve más frecuentemente en los niños, jóvenes, adultos y adolescentes. Su incidencia empieza a ser entre los 10 y 14 años de edad.
Esta enfermedad, mayormente, se manifiesta con una insuficiencia de insulina, porque las células beta del páncreas dejan de funcionar. Por eso, el paciente va a depender de una inyección diaria de dicha hormona por el resto de su vida.
Es necesario entender que esta condición, la diabetes tipo I, es un proceso autoinmune, por lo que no es posible prevenirla: "A pesar de que no exista una prevención, sí hay métodos para mejorar el estilo de vida, la nutrición y la terapia con insulina que el paciente requiere de por vida", agregó la doctora Isabel Arroyo.
En el caso de la diabetes tipo 2, empieza a manifestarse más en adultos, pacientes de 35 años en adelante. Sin embargo, se ha visto que en los últimos años, la condición se está desarrollando en adultos jóvenes, y se debe, en gran medida, a los altos índices de obesidad que hay en el mundo así como la dieta alta en alimentos ultraprocesados.
"Por eso, a diferencia de la diabetes tipo 1, esta condición se puede ir desarrollando durante toda la vida, y va a depender del estilo de vida de los pacientes, como el sobrepeso, el sedentarismo, la mala alimentación, etc", sostiene la especialista en endocrinología.
La mayoría de las personas con diabetes tipo 2 pueden producir insulina, pero no en las cantidades suficientes que el organismo necesita para su correcto funcionamiento.
Prevención en diabetes tipo II
"En muchos casos, y en clara diferencia con la diabetes tipo 1, la diabetes tipo 2 puede prevenirse si se mantienen unos hábitos de alimentación saludables y se combinan con una actividad física moderada", indicó la Dra. Arroyo.
Complicaciones adicionales de la diabetes
Por último, en lo que sí coinciden los dos tipos de diabetes es en las complicaciones que pueden producir a largo plazo si se mantienen niveles altos de glucosa en sangre de manera continuada, algunos son:
-Problemas cardíacos
-Nefropatías
-Neuropatías
-Pie diabético
-Problemas relacionados con la visión
-Trastornos óseos y de las articulaciones
-Complicaciones cutáneas
-Problemas en el aparato digestivo
-Disfunción sexual
-Problemas en los dientes y las encías
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