Según el monitoreo que la Univerdad Johns Hopkins realiza en tiempo real, los casos en Estados Unidos suman 402.923 personas. De ellos, más de 10.000 se ubican en Nueva York, el área más afectada por la epidemia.
Ante el colapso del sistema de salud, el presidente Donald Trump ha manifestado que la situación podría ser diferente en todo el mundo, si la OMS hubiera reaccionado con mayor atención al brote causado por el novel virus.
De acuerdo con el Ayuntamiento de Nueva York, los hispanos son la comunidad más perjudicada con el virus. Le siguen los afroamericanos con un 28% de víctimas mortales por COVID-19.
El alcalde de la ciudad, Bill de Blassio considera que estos grupos son los más afectados debido a que presentan mayores carencias en su vida cotidiana. No es desconocido que varias personas conviven en espacios reducidos, no cuentan con el acceso a los servicios de salud.
A pesar de la desoladora situación, las autoridades anunciaron que redoblarán esfuerzos destinados a mitigar la crisis hospitalaria. De igual manera, también se buscarán nuevas rutas de acceso para resolución de dudas sobre COVID-19, pese a que los ciudadanos pueden contactarse a la línea 311.