Los CDC actualizaron sus pautas para decir que los grupos inmunodeprimidos serían aptos para una cuarta dosis seis meses después de una tercera.
Por: Yolimarian Torres
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han sido los encargados de determinar cuándo se deben administrar dosis adicionales. Sin embargo, algunos pacientes y sus médicos sienten que las agencias federales han actuado con mucha lentitud para proteger a los más vulnerables.
De acuerdo a información revelada por Israel, este país comenzó a implementar la administración de una cuarta dosis: el primer ministro Naftali Bénet anunció el domingo que el país ofrecerá dosis adicionales a las personas de 60 años o más, así como a los trabajadores médicos, convirtiéndose en el primer país en implementar un refuerzo adicional de manera tan amplia.
En contraste con la decisión tomada por Israel, en Estados Unidos los CDC actualizaron sus pautas a final de octubre para decir que los grupos inmunodeprimidos serían aptos para una cuarta dosis seis meses después de una tercera. Para aquellos que siguieron las reglas, podrían recibir una cuarta inyección de la vacuna a partir de finales de febrero.
Pero a medida que surgen nuevas variantes como Ómicron y las tasas de vacunación continúan siendo bajas en muchas áreas del país, muchos pacientes están recibiendo dosis adicionales sin estar seguros de si son seguras o efectivas.
La información que se conoce hasta ahora es que los médicos tienen la decisión de usar medicamentos aprobados fuera de los usos recomendados, así que es usual que los médicos receten una vacuna que esté completamente aprobada como la de Pfizer según lo consideren pertinente en casos puntuales.
En todo caso para recibir y administrar cualquier vacuna contra la COVID-19, los proveedores deben firmar un acuerdo legal con los CDC, lo que significa que, si infringen las reglas de la agencia, corren el riesgo de ser expulsados del programa de vacunación y podrían enfrentar un proceso judicial.
En este sentido la agencia advirtió con anterioridad que los proveedores que administran dosis no aprobadas pueden no tener protección contra demandas legales de los pacientes si algo sale mal. También se conoce que los expertos legales dicen que el gobierno ha hecho poco para hacer cumplir las regulaciones y parece poco probable que busque castigar a la mayoría de los proveedores.
La gente que recibe las dosis adicionales no está haciendo nada ilegal. Podrían enfrentar demandas si los proveedores de vacunas deciden tratar de atraparlos por mentir, pero eso es extremadamente improbable, según indicó al New York Times Govind Persad, profesor asistente de Sturm College of Law en la Universidad de Denver.
Pacientes que revelaron haberse vacunado más dosis de las aprobadas
Entre los relatos recogidos por el medio estadounidense se destaca el caso de Stacey Ricks, una paciente que recibió un trasplante de riñón y a la fecha tiene varios comprobantes de vacunación.
De acuerdo a lo que indicó Ricks, de 49 años, tras vacunarse con sus dos primeras dosis de la vacuna Moderna no desarrolló anticuerpos después de esta doble vacunación.
En junio, sin revelar que ya se había sometido a las dosis de la vacuna de Moderna, recibió una inyección de la de Johnson & Johnson antes de que las autoridades federales de salud aprobaran la tercera dosis para cualquier grupo etario, reseñó el medio.
La paciente precisó que conseguir su cuarta y quinta dosis fue más complicado. En julio, los registros de farmacia en el área de Houston, la ciudad donde vive, finalmente mostraron sus dosis anteriores. Como tenía un certificado del médico que explicaba que no había desarrollado anticuerpos, Ricks convenció a una farmacéutica para que le diera dos inyecciones de la vacuna Pfizer durante el verano.
“Ella me decía: ‘No hay datos clínicos aquí’”, recordó Ricks. “Y yo le dije: ‘Oye, yo soy esa información clínica’”.
Ricks es una de las muchas personas con sistemas inmunitarios comprometidos en Estados Unidos que han eludido las pautas del gobierno y recibieron una cuarta o quinta dosis no autorizada.
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