El stent reabsorbible Esprit™ BTK mantiene las arterias abiertas, libera everolimus, un fármaco que favorece la curación del tejido y previene la reobstrucción, y luego se disuelve gradualmente sin dejar ningún implante permanente.
Por: Katherine Ardila
Mientras que los ataques al corazón y los accidentes cerebrovasculares acaparan la atención, existe otra condición vascular que mina silenciosamente la salud y la calidad de vida de miles de personas en la isla. Se trata de la enfermedad arterial periférica (EAP), un padecimiento causado por el estrechamiento de las arterias que llevan sangre a las extremidades.
La cifra es alarmante: estudios locales revelan que la EAP afecta a un 42% de las personas entre 50 y 69 años en Puerto Rico. A pesar de su alta prevalencia, el conocimiento sobre esta enfermedad sigue siendo preocupantemente bajo.
Más que un dolor en las piernasLa EAP restringe el flujo de sangre a las piernas, lo que desencadena síntomas como dolor al caminar, fatiga extrema y heridas que tardan demasiado en sanar. En su forma más grave, conocida como isquemia crónica que amenaza los miembros inferiores (ICAMI), la condición puede causar un dolor persistente incluso en reposo y provocar úlceras o infecciones que no cicatrizan. Este es el camino directo hacia la amputación.
El problema es de escala mundial. Desde 1990, el número de personas con enfermedad arterial periférica ha aumentado un 72%, pasando de unos 65.7 millones a más de 113 millones en 2019.
Las consecuencias son devastadoras, no solo a nivel físico, sino también emocional y económico. Los expertos advierten que este padecimiento es una señal de alarma para el sistema cardiovascular en su conjunto.
"Las personas con EAP tienen de 10 a 12 veces más probabilidades de experimentar un ataque cardíaco o insuficiencia cardíaca, que aquellas sin esta condición", señalan los especialistas. Esto no es solo un problema de las piernas, es una señal de advertencia de una enfermedad cardiovascular grave.
Un cambio en el tratamientoDurante años, el enfoque para tratar las arterias bloqueadas por debajo de la rodilla tuvo limitaciones significativas.
"Durante décadas, el tratamiento de las arterias bloqueadas por debajo de la rodilla se basó principalmente en la angioplastia con balón, un procedimiento mínimamente invasivo que abre temporalmente las arterias estrechas. Sin embargo, este método a menudo condujo a un nuevo estrechamiento y a repetidas intervenciones", explica el Licenciado Marrero, Director Ejecutivo del Centro Cardiovascular de Puerto Rico y del Caribe.
Hoy, la innovación en la atención vascular ofrece nuevas esperanzas. Recientemente, Abbott presentó en Puerto Rico el sistema Esprit™ BTK, el primer stent reabsorbible de su tipo aprobado por la FDA. Diseñado específicamente para pacientes con ICAMI, este dispositivo mantiene las arterias abiertas, libera un fármaco curativo llamado everolimus y, luego de cumplir su función, se disuelve gradualmente sin dejar restos permanentes.
"Esta tecnología marca una nueva era para los pacientes con EAP", dice el Dr. Damian Grovas, cardiólogo intervencionista del Centro Cardiovascular de Puerto Rico y el Caribe. "Nos permite restaurar el flujo sanguíneo y reducir el riesgo de complicaciones graves como amputaciones, al tiempo que mejora potencialmente la calidad de vida de los pacientes".
La detección temprana, la mejor herramientaA pesar de los avances tecnológicos, los médicos son enfáticos en que la mejor estrategia contra la EAP sigue siendo la prevención y el diagnóstico precoz.
Chequeos regulares, una alimentación saludable, abandonar el tabaquismo y mantener una rutina de ejercicio son claves para reducir el riesgo. Las personas con diabetes, presión arterial alta, colesterol elevado o antecedentes de enfermedades cardíacas deben conversar con su médico sobre la evaluación para detectar la EAP.
Con la llegada de tratamientos innovadores, Puerto Rico se suma a las regiones que ofrecen opciones de vanguardia para quienes viven con enfermedades vasculares crónicas. Pero el mensaje final de los expertos es claro: el conocimiento debe crecer. La conciencia pública es la primera y más crucial línea de defensa contra esta amenaza silenciosa.