La pericarditis causa un engrosamiento y un endurecimiento significativo del pericardio.
Por: Belinda Burgos
La leucemia mielógena aguda (LMA) rara vez se puede asociar con pericarditis constrictiva. No obstante, la literatura científica reportó un caso en Puerto Rico en un paciente de 53 años.
Se trató de un hombre con antecedentes de obesidad, hipertensión arterial, diabetes mellitus tipo 2, historial de enfermedad arterial coronaria posterior a la colocación de 2 stents y leucemia mielógena aguda en remisión hace 10 años, que acudió a evaluación médica por falta de aliento que progresaba en dentro del periodo de dos años en el desarrollo.
Entre otros hallazgos se identificó que el paciente presentaba edema de las extremidades inferiores, distensión abdominal, disnea y fatiga. Reportó haber sido hospitalizado recientemente con un diagnóstico de insuficiencia cardíaca con fracción de eyección preservada (ICFEp), una clasificación ecocardiográfica con base en la medición de la fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI). Se habla entonces de falla cardiaca con fracción de eyección preservada cuando la FEVI es > 50 %.
Dentro de los estudios y laboratorios realizados, se destacó que un ecocardiograma mostró un patrón diastólico restrictivo y una radiografía de tórax presentó evidencia de engrosamiento pericárdico de más de 5 mm.
El equipo médico decidió realizar un cateterismo cardíaco izquierdo y derecho que confirmó la pericarditis constrictiva al identificar la interdependencia ventricular, que se entiende como la respuesta de un ventrículo a los cambios en la presión y el volumen restante del otro y además, se halló una presión dinámica de enclavamiento de los capilares pulmonares respiratorios con gradientes del ventrículo izquierdo superiores a 5 mmHg, que se define como aquella presión capilar en la aurícula izquierda que se determina midiendo la presión en un catéter enclavado en el segmento más distal de la arteria pulmonar, detallan los autores.
El paciente se sometió a una extirpación pericárdica exitosa con una marcada mejoría de los síntomas a los 3 meses, sostiene el reporte de caso.
Los médicos del caso aseguran que la pericarditis constrictiva puede ocurrir en pacientes que han tenido tuberculosis, síndromes virales, radiación o quimioterapia, cirugía cardíaca, uremia, infarto de miocardio o enfermedad del tejido conjuntivo, pero rara vez debido a una leucemia mielógena aguda tratada. El manejo de esta afección es muy distinto al de la insuficiencia cardíaca, reiteran.
La leucemia mieloide aguda (LMA) en adultos es un tipo de cáncer por el que la médula ósea produce grandes cantidades de células sanguíneas anormales.
Mientras, la pericarditis es la inflamación del pericardio, a menudo con acumulación de líquido. Puede originarse por numerosos trastornos, como por infección, infarto de miocardio, traumatismos, tumores, trastornos metabólicos, pero a menudo es idiopática.
A veces, la pericarditis causa un engrosamiento y un endurecimiento significativo del pericardio (pericarditis constrictiva). El pericardio engrosado y endurecido compromete notablemente el llenado ventricular y disminuye el volumen sistólico y el gasto cardíaco.
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