Esta vez, la herencia cromosómica no figuró como disparador de trombofilias previas y en plena sala de operaciones, los trombos se coagulaban una y otra vez frente a los médicos que trabajaban para luchar contra los mismos.
Por: Belinda Burgos
La oclusión de la aorta infrarrenal es un cuadro poco descrito en la literatura
Una patología rara en un joven de 20 años retó a los médicos y la literatura científica.
Esta vez, la herencia cromosómica no figuró como disparador de trombofilias previas y en plena sala de operaciones, los trombos se coagulaban una y otra vez frente a los médicos que trabajaban para luchar contra los mismos.
Más aún, los médicos debieron recurrir a varios caminos, pues el joven no presentó los síntomas de una oclusión de la aorta abdominal infrarrenal que a su vez, envolvía las arterias ilíacas comunes.
La oclusión completa de la aorta es infrecuente. Varias ramas de la aorta pueden ocluirse por la presencia de placas ateroscleróticas, displasia fibromuscular u otras entidades, que causan signos y síntomas de isquemia o infarto. Puede ocurrir en personas con situaciones de isquemia severa.
De otra parte, las arterias ilíacas comunes, o las primitivas, son dos grandes arterias, de aproximadamente 4 centímetros de largo en los adultos y más de un centímetro de diámetro, que se originan de la bifurcación de la aorta.
El Dr. Ricardo Fraticelli Rosado, quien cursa su cuarto año como residente del Programa de Cirugía del Centro Médico Episcopal San Lucas , sostuvo que el joven llevaba aproximadamente una semana con dolor al descanso en ambas extremidades y presentaba pérdida de sensación en la pierna derecha.
El paciente padecía de diabetes y tenía un defecto del tabique ventricular (orificio en el tabique (septo) que separa el corazón de la parte izquierda y la derecha), hipertensión y pérdida de audición.
Finalmente el doctor Fraticelli sostuvo que el paciente se encuentra realizándose estudios genéticos para ver porqué desarrollo esta patología tan severa.