El paciente presentó fiebre, disminución en el conteo de glóbulos blancos y taquicardia. Los análisis de laboratorio revelaron la presencia de Klebsiella pneumoniae, una bacteria resistente a casi todos los antibióticos, excepto la amikacina.
Por: Katherine Ardila
Un hombre de 36 años, con antecedentes de obesidad y diabetes tipo 2, llegó al hospital presentando náuseas, vómitos y dolor abdominal. Días antes, había sufrido un accidente de tráfico que le dejó con varias fracturas, incluyendo lesiones en el húmero, la columna vertebral y el rostro.
Aunque inicialmente fue dado de alta sin requerir cirugía, su estado se complicó cuando volvió al hospital en condiciones graves, con signos de infección pulmonar y cetoacidosis diabética (un aumento peligroso de los niveles de glucosa y cetonas en la sangre). En este estado, fue ingresado en la unidad de cuidados intensivos, donde se le administró un tratamiento de antibióticos para combatir las bacterias detectadas en su sistema respiratorio.
Infección causada por la bacteria Klebsiella pneumonia
A las tres semanas de este ingreso, el paciente experimentó un nuevo deterioro: fiebre, un recuento bajo de glóbulos blancos y taquicardia (ritmo cardíaco elevado). Los análisis de sangre mostraron una infección causada por la bacteria Klebsiella pneumonia, una cepa resistente a casi todos los antibióticos, excepto a la amikacina.
Esta bacteria, productora de carbapenemasa (una enzima que la hace extremadamente resistente a los antibióticos), representaba un gran reto, ya que los antibióticos tradicionales no lograban eliminar la infección. Para combatirla, los médicos optaron por administrar amikacina y polimixina B, aunque esta última tiene riesgos para la función renal y se aplicó con precaución.
Múltiples fracturas y abscesos en la columnaA lo largo de seis semanas, a pesar de recibir diferentes antibióticos y con el soporte de cuidados intensivos, el paciente seguía con fiebre y bacteriemia (presencia de bacterias en el torrente sanguíneo).
Los médicos realizaron entonces una tomografía computarizada, que reveló una fractura en la vértebra L1, además de una grave inflamación e infección en los discos vertebrales (discitis/osteomielitis) y un absceso alrededor de la columna vertebral, lo que implicaba un mayor riesgo de complicaciones.
Dado que los abscesos no podían drenarse quirúrgicamente, y los tratamientos previos no habían resultado efectivos, los médicos decidieron iniciar un tratamiento con ceftazidima/avibactam, un antibiótico con actividad específica contra este tipo de infecciones resistentes.
La fiebre remitió finalmente después de seis días con ceftazidima/avibactam, y los análisis de sangre confirmaron la eliminación de la infección tras 13 días de tratamiento. Luego de seis semanas de este tratamiento, el paciente logró recuperarse completamente de las infecciones sin efectos secundarios adversos.
Reconstrucción espinal
Nueve meses más tarde, debido a una deformidad en la columna causada por las fracturas previas, el paciente se sometió a una cirugía extensa de reconstrucción espinal. Durante esta intervención, se corrigió su columna mediante una osteotomía (corte en el hueso para corregir la alineación), instrumentación con tornillos y varillas, e injertos óseos.
En el seguimiento ambulatorio, el paciente ha permanecido estable, sin necesidad de más tratamientos ni hospitalizaciones adicionales.
Tratamiento con ceftazidima/avibactam
Fue administrado durante seis semanas, logrando la resolución completa de la infección, con remisión de la fiebre y la desaparición de las bacterias en los cultivos sanguíneos.
Este caso (Borrás, L. et al), se pone como un ejemplo de éxito en el uso de ceftazidima/avibactam para una bacteriemia por KPC refractaria, acompañada de una grave infección vertebral y muscular.
A nivel local, este es el primer caso documentado en Puerto Rico que demuestra el uso efectivo de ceftazidima/avibactam en un contexto clínico tan complejo, ofreciendo evidencia adicional sobre su potencial en el tratamiento de infecciones severas y resistentes para las cuales existen pocas alternativas.
Infecciones por bacterias resistentes a carbapenemasa
Estas infecciones son cada vez más comunes en entornos médicos, presentando una amenaza significativa debido a la limitada eficacia de los antibióticos convencionales.
Están asociadas con una alta mortalidad, particularmente en casos de bacteriemia. La ceftazidima/avibactam, una combinación de una cefalosporina de tercera generación con un inhibidor de ß-lactamasas, ha mostrado ser eficaz en casos de infecciones complicadas y resistentes, aunque su indicación por la FDA se limita a infecciones intraabdominales, urinarias y neumonía hospitalaria.
Dado que las opciones para tratar infecciones tan resistentes son escasas y muchas veces tóxicas, ceftazidima/avibactam se ha convertido en una alternativa emergente.