Los casos aislados de HIC espontánea en pacientes con COVID-19 han sido reportadas en la literatura.
Por: Belinda Burgos
Las manifestaciones del virus COVID-19 continúan demostrando la importancia de que el patógeno sea incluido como diagnósticos diferenciales en manifestaciones como dolores de cabeza y accidentes cerebrovasculares.
Y es que en Puerto Rico se registró un caso de una joven de tan solo 23 años positivo a COVID-19 que presentó un dolor de cabeza intratable.
Aunque los accidentes cerebrovasculares isquémicos que convierten a hemorrágicos son más comunes, los casos con sangrados intracerebrales espontáneos en pacientes hospitalizados con COVID-19 están en aumento.
Luego de descartar otras etiologías, la investigación del equipo médico adscrito al Recinto de Ciencias Médicas sugiere que el COVID-19 es la causa más probable de hemorragia cerebral espontánea (ICH, por sus siglas en inglés), aunque la confirmación del diagnóstico es casi imposible.
Los casos aislados de HIC espontánea en pacientes con COVID-19 han sido reportadas en la literatura, la mayoría de estos en varones entre las edades de 31 y 78 años, ingresados en un hospital en su mayoría por síntomas respiratorios de COVID-19, con un intervalo de 2 a 25 días entre el inicio de los síntomas y el diagnóstico de HIC, sostiene la discusión del reporte.
Sin embargo, el paciente descrito en este caso presentó características distintas a las de los pacientes descritos en literatura, ya que era una mujer joven sin factores de riesgo para HIC y sin marcadores inflamatorios o de coagulación anormal.
Por tal razón, los médicos enfatizan la importancia de añadir COVID-19 en el diagnóstico diferencial de pacientes jóvenes y sin factores de riesgo con hemorragias cerebrales espontáneas, sin una etiología clara, con la finalidad de siempre añadir las pruebas diagnósticas para COVID-19.
Acceda al caso aquí.