Embolia gaseosa venosa y otras complicaciones raras, pero graves del sexo durante el embarazo

Bajo ciertas circunstancias, las relaciones sexuales podrían estar prohibidas durante el embarazo por el riesgo que representan para mamá y bebé.

Por: Isbelia Farías


La mayoría de las mujeres embarazadas se preguntan si es posible tener relaciones sexuales durante la gestación y la respuesta a ello usualmente es sí pero puede variar y depende de algunos factores muy importantes.

¿Causan daño al feto las relaciones sexuales?

Generalmente, muchas parejas temen que con la práctica sexual puedan causar daño al feto. Al respecto, el consenso médico ha establecido que las relaciones sexuales durante el embarazo son totalmente seguras, salvo ciertas circunstancias –como placenta previa, incompetencia cervical o sangrado previo-. No obstante, sí se sugiere evitar algunas prácticas en concreto, tal como insuflar oxígeno en la vagina durante el sexo oral para no correr el riesgo de sufrir una rara pero mortal embolia gaseosa, donde ambos madre y feto pueden fallecer en minutos.

Algunas complicaciones que podrían derivar de las relaciones sexuales durante el embarazo, incluyen la hemorragia ante parto en la placenta previa, la embolia gaseosa venosa, trabajo de parto prematuro y la enfermedad inflamatoria pélvica.

Durante el embarazo, el bebé en desarrollo se encuentra protegido por el líquido amniótico y por los fuertes músculos del útero, por lo que la actividad sexual no debería suponer un riesgo, con excepción de las situaciones mencionadas.

Relaciones sexuales durante el embarazo y el aborto espontáneo

Es necesario aclarar que, "las relaciones sexuales durante el embarazo no provocan un aborto espontáneo, pues estos ocurren cuando el feto no se ha desarrollado con total normalidad", destacó el reconocido médico Miguel Castro Lugo, ginecólogo obstetra, especializado en el control de embarazos de alto riesgo, en exclusiva para la Revista Medicina y Salud Pública (MSP).


El Dr. Miguel Castro Lugo está adscrito a la Unidad de ginecología UNIMUJER y es profesor e investigador activo de la Escuela de Medicina de la Universidad del Zulia en Venezuela. Foto: Instagram personal

Parto prematuro y relaciones sexuales durante el embarazo

Esta opinión es respaldada por la Revista de la Asociación Médica Canadiense, en la cual se señala que algunos médicos recomiendan la restricción de las relaciones sexuales como prevención ante la amenaza de trabajo de parto prematuro, debido al riesgo teórico de las relaciones sexuales como método para inducir el parto, resaltando que la literatura médica existente es contradictoria y limitada por el diseño del estudio, el sesgo de informe y la rareza del trabajo de parto prematuro como evento.

Contracciones uterinas por estimulación durante la relación sexual y otros peligros

En la revista canadiense se indican como mecanismos teóricos de inducción del parto por actividad sexual la estimulación de los pezones y genitales, debido a la liberación de oxitocina de la hipófisis posterior, ya que provocan contracciones uterinas.

Asimismo, se considera otro mecanismo teórico a las prostaglandinas liberadas por la estimulación mecánica del cuello uterino, porque puede causar maduración cervical. De igual modo, se mencionan las prostaglandinas en el semen.

De hecho, un estudio prospectivo multicéntrico comparó la tasa de parto prematuro en mujeres que tenían relaciones sexuales frecuentes con aquellas que no las tenían y las relaciones sexuales frecuentes se asociaron con un mayor riesgo de parto prematuro solo en el subgrupo de mujeres colonizadas con Mycoplasma hominiso Trichomonas vaginalis.

Tras los hallazgos de la mencionada revista médica y el análisis de los estudios, el galeno Castro Lugo confirma que: "A las mujeres con embarazos de bajo riesgo, que no presentan síntomas o evidencia de infección del tracto genital inferior, se les debe hacer saber que las relaciones sexuales no aumentan el riesgo de parto prematuro".

Mujeres con gestación múltiple con un mayor riesgo

La evidencia para guiar las recomendaciones sobre la actividad sexual en mujeres que tienen un mayor riesgo de trabajo de parto prematuro debido a antecedentes de trabajo de parto prematuro, gestación múltiple o incompetencia cervical es limitada, sin embargo, estas son las mujeres a las que generalmente se les aconseja la abstención, señala el doctor Castro.

Aunado a ello, la Sociedad de Obstetras y Ginecólogos de Canadá recomiendan que las mujeres con mayor riesgo de trabajo de parto prematuro reciban pruebas de detección y tratamiento para la vaginosis bacteriana, ya que algunos autores han sugerido que las mujeres con un mayor número de parejas sexuales a lo largo de su vida tienen un mayor riesgo de parto prematuro, quizá debido a la alta incidencia de colonización bacteriana asintomática. A juicio del doctor Castro, esto puede derivar en una "infección subclínica, que podría inducir un parto prematuro".

El destacado Galeno, Castro, acota que: "a las pacientes con cerclaje cervical por incompetencia cervical, se les suele recomendar la restricción de las relaciones sexuales, pero hasta el momento no hay evidencia de que esto mejore los resultados. Sin embargo, muchos obstetras suelen hacer esta sugerencia a poblaciones con mayor riesgo de trabajo de parto prematuro porque es una intervención sencilla, que no genera daño y es razonable hasta que surja una certeza convincente".

Enfermedad inflamatoria pélvica

Un mito muy extendido, según comenta el galeno, y que ha observado en sus consultas médicas, es la creencia de que el embarazo protege de las infecciones de transmisión sexual y de la enfermedad pélvica inflamatoria.

Pero, él aclara que esto es falso y puede tener repercusiones severas, tanto para la madre como para el feto. Castro explica que: "en teoría, las mujeres embarazadas tendrían un menor riesgo a desarrollar la enfermedad pélvica inflamatoria, debido a las barreras naturales contra la infección ascendente, que se crean a partir del tapón mucoso y la obliteración de la cavidad uterina, pero el tracto genital superior queda en riesgo de infección ascendente, sobre todo en el primer trimestre", aclarando que se han descrito casos de "absceso tubo-ovárico, pero que se trata de un porcentaje muy mínimo, aunque no imposible".

Hemorragia anteparto en placenta previa

Se ha teorizado que el contacto del pene con el cuello uterino durante el coito puede resultar en un riesgo similar de hemorragia y, como resultado, se recomienda a las pacientes con placenta previa que se abstengan de la actividad sexual durante el embarazo. Sin embargo, hay escasez de datos prospectivos para apoyar o refutar esta recomendación.

La Revista de la Asociación Médica Canadiense señala que, a pesar de la evidencia limitada, probablemente sea más seguro aconsejar a las pacientes con placenta previa que se abstengan de la actividad sexual para reducir el riesgo teórico de hemorragia anteparto catastrófica.

Embolia aérea venosa

La embolia gaseosa venosa es una complicación poco frecuente del embarazo, pero puede ocurrir si se sopla aire en la vagina durante las relaciones sexuales orogenitales.

El aire pasa por debajo de las membranas fetales y se dirige hacia la circulación de los senos subplacentarios, lo que invariablemente causa la muerte, tanto de la madre como del feto, en cuestión de minutos. Se informó el caso de una embolia gaseosa no mortal después de la insuflación de aire vaginal en la semana 38 de embarazo. El curso hospitalario se complicó con hipotensión, acidosis metabólica, cambios neurológicos agudos y cesárea de emergencia con muerte fetal eventual. 

Otro caso que se informó fue el de una joven embarazada que acudió al servicio de urgencias con un paro cardíaco completo, con pocos antecedentes que explicaran su estado. A pesar de las medidas agresivas de reanimación, la paciente murió, pero su hijo pequeño nació por cesárea perimortem y sobrevivió. Los autores concluyeron que se debe mantener un alto nivel de sospecha de embolia gaseosa en mujeres jóvenes que desarrollan inesperadamente un paro cardíaco, particularmente durante la actividad sexual. 

Aunque se desconoce la verdadera incidencia de la embolia gaseosa venosa en el embarazo, se han informado varios decesos debido a esta complicación. Una revisión reciente de la literatura identificó 22 casos de embolia gaseosa venosa asociada con la actividad sexual; 19 de los 22 casos ocurrieron durante el embarazo o el puerperio. Dieciocho de las 22 mujeres murieron.

A pesar de que "es una entidad rara, se recomienda a las pacientes embarazadas que eviten las relaciones sexuales orogenitales, con insuflación de aire, ya que esta actividad parece aumentar los riesgos señalados", puntualizó Castro.

Empero, el doctor Castro también explicó que la embolia gaseosa no solo se podría producir con algunas prácticas sexuales, puesto que "también se han documentado otros casos relacionados con partos vaginales normales, cesáreas y manipulaciones intrauterinas".

En el caso de la cesárea, el hecho de que los vasos uterinos estén abiertos durante el procedimiento hace más fácil el ingreso del aire a la circulación venosa.

Las pacientes con embolia gaseosa pueden requerir reanimación médica vigorosa, oxigenoterapia hiperbárica o intervención quirúrgica para sobrevivir.

Conclusiones y signos o señales de alerta

El sexo durante el embarazo está permitido. No hay contraindicaciones. En el caso de embarazos complicados por placenta previa, falta evidencia para apoyar la abstinencia, pero es una recomendación razonable, debido a las consecuencias teóricas.

El médico que atiende a la paciente podría recomendar la restricción de las relaciones sexuales en los siguientes casos:

-Sangrado vaginal sin causa;

-pérdida de líquido amniótico;

-incompetencia cervical, cuando el cuello uterino se abre de forma prematura;

-placenta previa;

-antecedentes de trabajo de parto prematuro o parto prematuro.

Por último, se recomiendan las posturas que permitan a la mujer sentirse cómoda y que no le presionen el abdomen. En cualquier momento se pueden mantener relaciones sexuales, sin que estas supongan un riesgo o desencadenante del parto. La mujer también se puede sentir a gusto cuando recibe abrazos, caricias y besos de su pareja, ya que esto le ayuda a liberar hormonas que le producen bienestar.

"Se debe recordar que el bebé está protegido por una membrana mucosa. Solo en algunos casos, el médico podría sugerir algunos cuidados o la abstinencia. Cualquier duda se debe comentar con el ginecólogo obstetra", concluyó el galeno. 

Fuentes: aquí, aquí, aquí y aquí



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