La mejor manera para prevenir las enfermedades cardiovasculares, es monitorear el funcionamiento cardíaco aún cuando no hayan síntomas. De esta manera, es posible identificar aquellos con riesgo elevado de padecer estas condiciones.
Por: María Camila Sánchez
En el marco de la más reciente campaña de sensibilización de salud masculina, realizada por la Revista Medicina y Salud Pública en alianza con el Hospital Damas, se conversó en exclusiva con múltiples expertos de las distintas áreas para abordar síntomas, diagnóstico, manejo y tratamiento de las condiciones más frecuentes en la población masculina de Puerto Rico.
Una de ellas, por ejemplo, fue la salud cardiovascular para la cual conversamos en exclusiva con el Dr. Alejandro López Más, cardiólogo, y el Dr. Miguel Magraner, médico internista sobre los factores de riesgo que condicionan el desarrollo de estas condiciones en hombres.
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Dentro de las condiciones cardiovasculares que más afectan al hombre puertorriqueño se encuentra la fibrilación atrial, enfermedades de las válvulas como insuficiencia mitral o estenosis aórtica, como respuesta a factores de riesgo como la hipertensión o la diabetes.
"El 50% de la población sobre 50 años, va a sufrir de alta presión", recordó el Dr. Magraner. "Nuestra población está en el segundo lugar del índice de prevalencia de diabetes en el mundo, así que nuestra población se tiene que educar y buscar ayuda de su médico primario".
Factores de riesgo cardiovascular
Los especialistas señalan que la mayoría de los factores de riesgo modificables suelen ser similares en hombres y mujeres, siendo estos la obesidad, diabetes, alta presión, el cigarrillo, altos niveles de colesterol y mala calidad del sueño.
De manera que prevenir estas condiciones sí es posible, y en algunos casos pueden requerir únicamente cambios en el estilo de vida.
"Estos factores de riesgo se tienen que buscar", señaló el Dr. López. "Hay cosas que son obvias y que dan síntomas, pero hay cosas que no van a generar síntomas en el paciente razón por la cual se deben hacer evaluaciones médicas en ciertos momentos de la vida y con cierta frecuencia para poder detectarlos".
De hecho, se recomienda que todo paciente de 40 años inicie establezca visitas de rutina al médico primario, para monitorear su función cardiovascular mediante electrocardiogramas o pruebas de laboratorio y empezar a identificar estos factores de riesgo antes de que la enfermedad cardiovascular se establezca.
Síntomas de enfermedades o complicaciones cardíacas
Antes de adentrarse en este tema, los especialistas sostienen que no se debe esperar a que haya síntomas para iniciar el proceso médico, y para ello es importante generar y cumplir con las visitas de rutina.
"El problema con esto es que no debemos esperar a que esto pase", aseveró el Dr. López. "Tenemos herramientas para calcular la probabilidad de que tenga un evento cardiovascular en 10 años, y eso nos va a decir cuán agresivos tenemos que ser en la prevención primaria".
Además, el especialista señaló que es necesario ampliar el uso de estas herramientas a los médicos primarios para identificar a los pacientes con un riesgo mayor.
"Hay que mirar esa población que es asintomática", continuó. "No hay que esperar que esto ocurra, para una evaluación de rutina de prevención, que debe tomarse no más tarde de los 40 años, y dependiendo de los hallazgos, que el médico primario determine cada cuánto se deben realizar estas visitas, pero esa evaluación inicial sin síntomas tiene que ocurrir, de otra forma no hay manera de evitarlo".
Relación del consumo de alcohol y las enfermedades cardiovasculares
Hay especialistas que señalan que el consumo moderado de algunas bebidas alcohólicas puede tener un efecto protector para la salud en general, sin embargo, cuando se transgrede esta línea del consumo moderado a una ingesta excesiva, eleva el riesgo de enfermedades como la fibrilación atrial, embolias, entre otras.
"El alcohol es bueno hasta dos copas", señaló el Dr. Magraner, "Las mujeres una copa, y los varones hasta dos", complementó el Dr. López.
"Hay personas que son más sensibles y desarrollan cardiomiopatía, es decir, el músculo se pone débil y revertir eso es, muchas veces, imposible", continuó el Dr. Magraner.