Esta enfermedad es muy común que la padezcan personas mayores de 65 años, sin embargo, es un síntoma que se puede presentar en cualquier edad.
La fibrilación atrial es una afección en la que los latidos del corazón son anormales, es decir, el ritmo cardíaco es irregular, lo cual afecta el bombeo adecuado de la sangre y el transporte de oxígeno hacia otros órganos del cuerpo.
Esta enfermedad es muy común que la padezcan personas mayores de 65 años, sin embargo, es un síntoma que se puede presentar en cualquier edad.
Las palpitaciones, falta de aire, dolor en el pecho, fatiga y confusión son una de los principales síntomas que se presentan en pacientes que sufren de fibrilación atrial, además, las embolias pulmonares, cirugías e ingesta excesiva de alcohol son factores que aumentan los riesgos de tener esta afección. Por otro lado, si hay personas con antecedentes de enfermedades cardiovasculares, debe tener en cuenta que existen varias causantes que ocasiona la fibrilación atrial como:
- Hipertensión.
- Enfermedad valvular cardíaca.
- Consumo de sustancias estupefacientes.
- Apnea del sueño.
- Fallo cardíaco congestivo.
- Exceso de alcohol.
- Uso medicamentos que alteren el ritmo cardíaco.
- Infecciones agudas.
¿Cuáles son sus complicaciones?
Los pacientes que padecen de esta enfermedad, corren el riesgo de tener un accidente cardiovascular o un ataque cardíaco. Estas complicaciones se ocasionan por que la sangre no está fluyendo de forma correcta hacia el corazón, formando coágulos de sangre o trombos. Por esta razón, estudios científicos señalan que la personas con fibrilación atrial tienen cinco veces más probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular que una persona que no tiene problemas del corazón.
Tratamientos:
- Control del ritmo cardíaco: Es posible aplicar un tratamiento llamado cardioversión (ya sea a través de medicinas o eléctricamente) para revertir el trastorno y que el corazón vuelva a latir con mayor normalidad. En este tratamiento hay que asegurarse que no haya coágulos dentro del corazón por medio de un estudio especial llamado ecocardiograma transesofágico.
- Control de la frecuencia cardíaca: Muchas veces no es posible realizar una cardioversión y en estos casos se utilizan medicamentos para controlar el pulso, como la digoxina, el verapamil, el diltiazem o el atenolol, entre otros.
- Tratamiento para evitar la formación de coágulos en el corazón: Esto es importante para evitar un infarto cerebral. Se utilizan medicamentos anticoagulantes como la warfarina, la cual requiere un control en la dieta y un monitoreo periódico de la coagulación del paciente. Además, se han introducido nuevos anticoagulantes (dabigatran, rivaroxaban, apixaban, edoxaban) con un mejor perfil de seguridad y que no necesitan controles periódicos de la coagulación ni restricciones en la dieta del paciente.
Para más información click aquí