Científicos encontraron una mutación puntual en el gen TLR7 en una niña española a la que se diagnosticó lupus grave a la edad de 7 años, que luego se confirmó en otros casos.
Por: Yolimarian Torres
Un grupo de investigadores reveló que lograron identificar las mutaciones en el ADN de un gen que detecta el ARN viral como causa del lupus, un hecho que abre el camino hacia el desarrollo de nuevos tratamientos, según publican en Nature.
Carola Vinuesa, autora principal, asegura que "ha sido un gran reto encontrar tratamientos eficaces para el lupus y los inmunosupresores que se utilizan actualmente pueden tener efectos secundarios graves y dejar a los pacientes más susceptibles a las infecciones. La FDA solo ha aprobado un nuevo tratamiento en los últimos 60 años".
"Es la primera vez que se demuestra que una mutación de TLR7 causa lupus, lo que proporciona una clara evidencia de una de las formas en que puede surgir esta enfermedad", añade.
Los científicos realizaron la secuenciación del genoma completo de una niña española, llamada Gabriela, a la que se le diagnosticó lupus grave cuando tenía 7 años. Un caso tan grave con una aparición temprana de los síntomas es poco frecuente e indica una única causa genética.
En el análisis, realizado en el Centro de Inmunología Personalizada de la Universidad Nacional de Australia, los investigadores encontraron una única mutación puntual en el gen TLR7. A través de referencias de Estados Unidos, China y Australia, identificaron otros casos de lupus grave en los que este gen también estaba mutado.
Para confirmar que la mutación causa lupus, el equipo utilizó la herramienta de edición genética CRISPR para introducirla en ratones. Estos animales desarrollaron la enfermedad y mostraron síntomas similares, lo que demostró que la mutación en el gen TLR7 era la causa. Tanto el modelo de ratón como la mutación fueron bautizados como "kika", por Gabriela, la joven protagonista de este descubrimiento.
Por su parte, el investigador Nan Shen añade que, "aunque es posible que solo un pequeño número de personas con lupus tenga variantes en el propio TLR7, sabemos que muchos pacientes presentan signos de sobreactividad en la vía del TLR7. Al confirmar una relación causal entre la mutación del gen y la enfermedad, podemos empezar a buscar tratamientos más eficaces".
La mutación que los investigadores identificaron hace que la proteína TLR7 se una más fácilmente a un componente del ácido nucleico llamado guanosina y se vuelva más activa. Esto aumenta la sensibilidad de la célula inmunitaria, haciendo más probable que identifique incorrectamente el tejido sano como extraño o dañado y monte un ataque contra él.
Curiosamente, otros estudios han demostrado que las mutaciones que hacen que el TLR7 se vuelva menos activa están asociadas a algunos casos de infección grave por COVID-19, lo que pone de manifiesto el delicado equilibrio de un sistema inmunitario sano.
El trabajo también puede ayudar a explicar por qué el lupus es unas 10 veces más frecuente en las mujeres que en los hombres. Como TLR7 se encuentra en el cromosoma X, las mujeres tienen dos copias del gen, mientras que los hombres tienen solo una.
Normalmente, en las mujeres uno de los cromosomas X está inactivo, pero en esta sección del cromosoma el silenciamiento de la segunda copia suele ser incompleto. Esto significa que las mujeres con una mutación en este gen pueden tener dos copias funcionales.
Carmen de Lucas Collantes, coautora del estudio, explica que "la identificación de TLR7 como causa del lupus en este caso inusualmente grave puso fin a una odisea diagnóstica y aporta la esperanza de que Gabriela y otros pacientes con lupus puedan beneficiarse de este descubrimiento".
Gabriela sigue en contacto con el equipo de investigación y ahora es una adolescente. "Espero que este hallazgo dé esperanza a las personas con lupus y les haga sentir que no están solas en la lucha contra esta batalla -comenta-. Ojalá la investigación pueda continuar y acabar en un tratamiento específico que pueda beneficiar a tantos guerreros del lupus que sufren esta enfermedad."
Los investigadores trabajan ahora con empresas farmacéuticas para explorar el desarrollo o la readaptación de tratamientos existentes dirigidos al gen TLR7. Y esperan que la selección de este gen pueda ayudar también a los pacientes con enfermedades relacionadas.
Carola añade que "hay otras enfermedades autoinmunes sistémicas, como la artritis reumatoide y la dermatomiositis, que encajan en la misma familia general que el lupus. El TLR7 también puede desempeñar un papel en estas enfermedades".
Ahora ha puesto en marcha un nuevo laboratorio en el Instituto Francis Crick para seguir comprendiendo los mecanismos causantes de enfermedades que se producen aguas abajo de mutaciones clave como la encontrada en el gen TLR7.
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