Los resultados mostraron que 3.483 pacientes fueron diagnosticados con epilepsia durante los primeros 4 años después del accidente cerebrovascular.
La epilepsia es un problema de salud pública mundial que requiere una adecuada respuesta.
La identificación de factores de riesgo específicos para pacientes jóvenes debería ser una prioridad.
Los datos brindan información sobre las personas más jóvenes con un riesgo especialmente alto de infección grave por COVID-19.