Pacientes con fibrilación auricular que suspenden el tratamiento con anticoagulante oral tienen un aumento de 2 a 3 tantos el riesgo de ictus isquémico.
Los resultados del trabajo sugieren que la fibrilación auricular se puede prevenir controlando la presión arterial.
El cardiólogo Jorge González, mencionó para MSP que la frecuencia cardíaca en la fibrilación auricular oscila entre 100 y 175 latidos por minuto, cuando los límites normales de la frecuencia cardíaca son de 60 a 100 latidos por minuto.
Gracias a un nuevo estudio es posible que se usen dispositivos para prevenir complicaciones cerebrales a causa de afecciones sanguíneas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el mundo afronta una epidemia por fibrilación atrial, ya que se presume que esta es la arritmia más frecuente, presentándose del 1 al 5% de la población mundial.
La fibrilación atrial o auricular es un ritmo caótico generado en las aurículas del corazón, que son las cavidades más pequeñas o cavidades superiores.
La fibrilación atrial o auricular se caracteriza porque el ritmo del corazón está ‘irregularmente irregular’ con latidos desorganizados y usualmente rápidos.
Las personas con niveles más altos de hormona tiroidea presentan más probabilidades a desarrollar latidos cardiacos irregulares o fibrilación auricular.
Científicos, en colaboración con clínicos del Hospital Universitario de Donostia, han identificado dos biomarcadores asociados con el riesgo de sufrir fibrilación auricular