Puerto Rico a la Vanguardia en la Investigación del Metabolismo de los Cannabinoides

Puerto Rico tiene el potencial científico y técnico para liderar la investigación sobre el metabolismo de los cannabinoides, un campo clave para entender cómo el cuerpo procesa los compuestos del cannabis y su impacto en la salud humana.

Danilo Pérez

    Puerto Rico a la Vanguardia en la Investigación del Metabolismo de los Cannabinoides

    Puerto Rico se encuentra equipado para destacarse a nivel mundial en el estudio del

    metabolismo de los cannabinoides, un campo científico emergente con gran potencial. Como

    químicos, entender cómo el cuerpo procesa diferentes compuestos es esencial para saber

    cómo estos afectan la salud humana. En el caso de los cannabinoides: son moléculas que

    provienen de la planta de cannabis, ese proceso es particularmente complejo. Cuando una

    persona consume cannabinoides, su cuerpo los transforma mediante una serie de reacciones

    enzimáticas que pueden variar mucho de persona a persona. Estudiar cómo ocurren estos

    cambios nos ayuda a desarrollar mejores tratamientos médicos, establecer normas de

    seguridad para consumidores, y tomar decisiones de salud pública más informadas.

    Sin embargo, a pesar del potencial, avanzar en esta área en Puerto Rico no es fácil. Existen

    trabas reglamentarias tanto a nivel federal como local. Por ejemplo, aunque en la Isla el

    cannabis medicinal está permitido por ley, a nivel federal todavía está clasificado como una

    sustancia restringida. Esta contradicción complica no solo la aprobación de investigaciones, sino

    también cómo se pueden aplicar sus resultados en tratamientos para pacientes. Aquí, el

    problema no es falta de interés o capacidad científica, sino la ausencia de una ruta clara dentro

    del marco legal.

    El asunto se vuelve aún más urgente con la llegada al mercado de productos derivados del

    cáñamo, como bebidas que contienen extractos con niveles notables de delta-9-

    tetrahidrocannabinol (?9-THC), el componente psicoactivo del cannabis. Esto crea una zona gris

    entre lo que se considera "cáñamo no intoxicante" y el cannabis regulado, generando

    preguntas importantes sobre seguridad, etiquetado y percepción pública. Mientras tanto, los

    programas de cannabis medicinal buscan estandarizar dosis y fórmulas para garantizar

    tratamientos seguros y efectivos. Estos dos caminos—el de los productos comerciales y el de la

    medicina—avanzan en paralelo, pero sin mucha coordinación entre sí.

    Para Puerto Rico, este reto también representa una oportunidad. Si logramos desarrollar un

    marco científico que estudie el metabolismo de los cannabinoides tanto en contextos médicos

    como recreativos, podemos aportar datos clave a nivel internacional. Desde aquí, los químicos

    puertorriqueños pueden ayudar a responder preguntas como: ¿Metaboliza el cuerpo de igual

    forma los cannabinoides presentes en bebidas que los de medicamentos con control de

    calidad? ¿Qué riesgos surgen cuando las personas consumen productos con niveles variables de

    delta-9 que se etiquetan como "cáñamo"? ¿Cómo puede la regulación local distinguir mejor

    entre innovación, seguridad y valor terapéutico?

    Puerto Rico cuenta con el talento, las instituciones y la relevancia cultural para liderar esta

    discusión. Pero para lograrlo, hay que navegar un panorama reglamentario complicado, con

    transparencia y con un compromiso firme con la ciencia. Si lo hacemos bien, no solo

    fortaleceremos nuestro perfil científico, sino que también podremos asegurar que sea la

    evidencia—y no la confusión—la que guíe la conversación pública sobre los cannabinoides.


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