En Puerto Rico, la presencia de estos compuestos ha generado preocupación tanto en el ámbito ambiental como en el de la salud pública.
Los compuestos quimicos, PFAS (sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas), conocidos como los "químicos eternos", están presentes en miles de productos de uso diario. Su nombre no es casual: son altamente persistentes, tanto en el ambiente como en el cuerpo humano, y pueden tardar décadas en degradarse. Estudios recientes han relacionado la exposición a los PFAS con enfermedades como cáncer, trastornos hormonales, problemas de tiroides, infertilidad y efectos en el sistema inmunológico.
En Puerto Rico, la presencia de estos compuestos ha generado preocupación tanto en el ámbito ambiental como en el de la salud pública. Se han detectado PFAS en el agua potable de algunas comunidades, especialmente cerca de aeropuertos donde se utilizaron espumas contra incendios que contienen estas sustancias entre otros.
¿Dónde se encuentran los PFAS en nuestros hogares?
Los PFAS están más cerca de lo que pensamos. En muchos hogares puertorriqueños, estos compuestos se encuentran en:
· Sartenes y utensilios de cocina antiadherentes: Especialmente los que contienen teflón.
· Empaques de comida rápida: Como cajas de pizza, bolsas de palomitas de maiz (popcorn) para microondas y envolturas de hamburguesas, tratados para resistir grasa.
· Alfombras, cortinas y muebles tapizados: Que han sido tratados para repeler manchas o agua.
· Ropa y calzado impermeables: Incluyendo chaquetas, botas, mochilas y equipo deportivo.
· Productos de limpieza: Algunos ceras y selladores contienen PFAS para aumentar su durabilidad.
· Cosméticos y productos de cuidado personal: Especialmente bases, máscaras de pestañas resistentes al agua y lápices labiales de larga duración.
· Grama aritficial
¿Cómo podemos reducir su uso y reemplazarlos?
Afortunadamente, existen alternativas más seguras y accesibles. Aquí algunas recomendaciones para reemplazar productos con PFAS en el hogar:
1. Utensilios de cocina sin antiadherentes tóxicos: Elige sartenes de acero inoxidable, hierro fundido o cerámica libre de fluoropolímeros.
2. Envases reutilizables: Usa recipientes de vidrio o acero inoxidable para almacenar y calentar alimentos, y evita calentar comida en empaques desechables.
3. Telas sin tratamientos químicos: Prefiere cortinas, alfombras y muebles hechos de algodón, lino o lana sin recubrimientos antimanchas.
4. Ropa ecológica: Busca marcas que ofrezcan prendas resistentes a la intemperie sin el uso de PFAS, ya disponibles en tiendas especializadas y por internet.
5. Limpieza natural: Utiliza vinagre, bicarbonato de sodio y jabón natural como alternativas a los productos convencionales.
6. Cosméticos libres de PFAS: Lee las etiquetas y elige productos de belleza certificados como "libres de químicos tóxicos" o "clean beauty".
Un cambio necesario y posible
La exposición a los PFAS no es un problema distante: es una realidad que está presente en nuestros hogares y comunidades. En Puerto Rico, donde los efectos del deterioro ambiental se sienten con fuerza, reducir el uso de estos compuestos es una decisión urgente.
Informarse, exigir regulaciones más estrictas y optar por alternativas más seguras no solo protege nuestra salud, sino que también contribuye un futuro más limpio y sostenible para todos.