Expertos señalan que la rehabilitación de pacientes con quemaduras y amputaciones requiere un abordaje multidisciplinario que puede extenderse hasta dos años, con altos costos y limitado acceso en el país.
Por: Laura Guio
Durante un panel multidisciplinario organizado por la revista Medicina y Salud Pública, especialistas médicos analizaron la problemática de las lesiones causadas por fuegos artificiales en República Dominicana, destacando la necesidad urgente de fortalecer tanto la prevención como la atención integral de estos pacientes.
El Dr. Francisco de la Rosa, médico rehabilitador y actual presidente de la Sociedad de Medicina Física y Rehabilitación en República Dominicana, enfatizó que la mayoría de los afectados enfrentará discapacidades permanentes que impactarán significativamente su calidad de vida.
Discapacidad prolongada y costosa
"La mayoría de estos pacientes va a tener discapacidad secundaria a la lesión inicial. La rehabilitación en quemados en toda Latinoamérica y el mundo es un proceso costoso y caro", explicó De la Rosa, quien agregó que el tratamiento puede extenderse hasta por dos años.
El especialista subrayó que las víctimas suelen ser personas en edad productiva y niños, lo que agrava el impacto social y económico. Las lesiones afectan principalmente los miembros superiores, comprometiendo funciones básicas relacionadas con el uso de las manos.
"Tenemos personas en edad productiva, tenemos niños que son víctimas de estos accidentes y tenemos sobre todo un proceso largo", señaló el médico, advirtiendo que estas lesiones pueden alterar el desarrollo habitual de los menores.
El desafío del dolor crónicoUno de los aspectos más complejos en el tratamiento es el manejo del dolor crónico, que requiere un enfoque integral más allá de la medicación tradicional.
"El tema del dolor va a ser justamente la paradoja, ver un dolor de cabeza para todo el médico que va a tratar este paciente porque el componente va a ser mixto usualmente", explicó De la Rosa, quien advirtió sobre los riesgos del uso excesivo de opioides.
El especialista destacó la importancia del manejo no farmacológico, incluyendo modalidades de física de alta tecnología, terapia cognitiva conductual y ejercicio prescrito. "El ejercicio bien prescrito puede ayudar a modular el dolor incluso también como algunos antiinflamatorios", afirmó.
Acceso limitado a servicios de rehabilitaciónA pesar de los avances logrados tras la implementación de la Ley de Seguridad Social hace 20 años, persisten graves deficiencias en el acceso a servicios de rehabilitación especializada.
"Más del 70 y pico por ciento de los servicios de rehabilitación están en tres provincias: Santo Domingo, el Gran Santo Domingo, Santiago y La Vega", reveló el presidente de la sociedad médica, señalando la concentración geográfica de recursos.
El país cuenta únicamente con dos unidades especializadas en quemados: la pediátrica de Santiago y la de Santo Domingo, ambas con limitaciones en sus servicios de rehabilitación.
Financiamiento: el obstáculo principalEl costo de la rehabilitación representa una barrera significativa para la mayoría de los pacientes. De la Rosa explicó que las conversaciones sobre financiamiento con autoridades "se tornan muchas veces más administrativa que clínica".
"El acceso, por ejemplo, a una prótesis, ya sea miembro superior o miembro inferior, que sea funcional, el entrenamiento secundario, no es algo que pasa de la noche a la mañana y no es algo que va a ser económico", advirtió el especialista.
Equipo multidisciplinario: una necesidadEl médico enfatizó que el tratamiento exitoso requiere un equipo completo que incluye terapeutas físicos y ocupacionales, protesistas, ortesistas, enfermeras especializadas y psicólogos entrenados en estrés postraumático.
"La rehabilitación en el 2025, ya casi 2026, es una necesidad para estos pacientes, no un privilegio ni un deseo que presentan ellos", sentenció De la Rosa.
Reinserción productivaPara lograr la reintegración social y laboral de los pacientes, el especialista propuso utilizar la Clasificación Internacional de Funcionamiento, Discapacidad y Estado relacionado a la Salud de la OMS, que evalúa capacidades residuales y factores contextuales.
"Nosotros tenemos que buscar las funciones que sí pueden hacer y a partir de ahí, entonces, armar el plan que pueda permitirle mantenerse productivo", concluyó el médico rehabilitador, enfatizando la importancia de ver "el vaso medio lleno" en cada caso.
El panel evidenció que, más allá de la prevención, República Dominicana necesita políticas públicas integrales que garanticen atención especializada, rehabilitación oportuna y reinserción social para las víctimas de estos accidentes prevenibles.