Según investigadores de un estudio subrayan la importancia de monitorear las mutaciones en las cepas aviar y bovina del virus para prevenir una posible pandemia.
Por: Laura Guio
Aunque no se han registrado casos de contagio humano-humano, el riesgo sigue latente debido al creciente número de brotes y la proximidad entre humanos y animales.
La agricultura y la ganadería, que favorecieron el crecimiento de las primeras civilizaciones, trajeron consigo brotes de enfermedades zoonóticas que diezmaron poblaciones. Cabe aclarar que la zoonosis, según el Ministerio de Salud y Protección Social, es cualquier enfermedad y/o infección que es naturalmente "transmisible desde animales vertebrados al hombre".
Actualmente, la historia parece repetirse, pero con un escenario mucho más complejo. En pleno siglo XXI, el número de brotes de enfermedades zoonóticas ha aumentado significativamente, impulsado por el crecimiento de la población y la expansión de la ganadería.
Un reciente artículo en Science alerta sobre el riesgo de una posible pandemia originada por el virus de la gripe aviar H5N1, que se transmite a través de las vacas. Los investigadores advierten que una sola mutación en este virus podría permitirle saltar de los animales a los humanos, con consecuencias potencialmente devastadoras.
Una sola mutación podría hacer la diferencia
El estudio, realizado por científicos del Scripps Research de San Diego, demuestra que una sola mutación en la hemaglutinina (la proteína "H" de H5N1) podría cambiar la afinidad del virus por las células de los humanos, permitiéndole infectar a las personas.
Este cambio, identificado como Q226L, mejora la capacidad del virus para adherirse a los receptores de las células humanas, especialmente en las vías respiratorias.
Aunque los investigadores aseguran que este cambio no garantiza una transmisión entre humanos, alertan sobre su potencial peligro.
"Este descubrimiento demuestra lo fácil que este virus puede evolucionar para reconocer receptores humanos", explica Ting-Hui Lin, coautor del estudio. Sin embargo, también subraya que la mutación en sí no es suficiente para que el virus se transmita de persona a persona.
Hallazgos de la investigación: vigilancia y prevención
Rafael Toledo, catedrático de Parasitología de la Universidad de Valencia, destaca que, aunque el virus podría adaptarse para infectar humanos, aún necesitaría más cambios para propagarse de forma eficiente entre personas. "El problema no es tanto que el virus alcance al ser humano, sino que se multiplique eficientemente y se transmita de manera efectiva", explica.
No obstante, Toledo subraya la importancia de seguir investigando para comprender cómo podría evolucionar el virus y cómo podría prevenirse una posible pandemia. En este sentido, la vigilancia epidemiológica y el desarrollo de vacunas y tratamientos son esenciales para anticipar y mitigar los efectos de un posible brote.
Vacas como "cocteleras" del virus
Uno de los hallazgos más reveladores del estudio es la capacidad de las vacas para servir como "cocteleras" del virus. Ángela Vázquez, investigadora del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa del CSIC, explica que las vacas, tanto en sus ubres como en su tracto respiratorio, presentan los receptores típicos tanto de aves como de humanos.
Esto podría facilitar la recombinación del virus y su adaptación a diferentes especies, aumentando el riesgo de que se convierta en una amenaza para los humanos.
Este fenómeno no es nuevo. A lo largo de la historia, las pandemias han encontrado su origen en estos cruces de especies y en las aglomeraciones de animales que favorecen la evolución de los patógenos.
En el caso de la gripe aviar, el virus ha ido saltando de las aves a otros animales, y ahora se ha adaptado para infectar a las vacas, lo que lo convierte en un posible intermediario entre las aves y los humanos.
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