Durante un debate de control político, el ministro Pedro Sánchez desató controversia al comparar las causas de muerte en Colombia.
Por: Laura Guio

La obesidad es una enfermedad crónica que se define por una acumulación excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. La obesidad puede provocar un aumento del riesgo de diabetes de tipo 2 y cardiopatías, puede afectar la salud ósea y la reproducción y aumenta el riesgo de que aparezcan determinados tipos de cáncer.
En medio de una intervención en el Congreso durante un debate de control político, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, lanzó una frase que no pasó desapercibida: "Muere más gente de gorda que de desnutrición".
La afirmación, aparentemente hecha para contrastar los problemas de salud pública del país, generó desconcierto entre los presentes y una ola de reacciones en redes sociales.
Sicariato, la principal causa de homicidios
Más allá de su polémico comentario, el ministro presentó cifras preocupantes sobre la violencia en Colombia. Según Sánchez, el 70 % de los homicidios registrados en el último año fueron cometidos por sicarios.
"Esa línea amarilla que ven ustedes es la causa de muerte a través del sicariato. Observen cómo ha crecido. Y en este momento muere más gente por sicariato que por otra cosa", expresó al mostrar una diapositiva en el recinto.
Comparaciones históricas y fechas críticas para la violencia
Sánchez también comparó la actual tasa de homicidios con la de años anteriores: "En este momento estamos en 25 muertes por cada 100.000 habitantes. Compárenla con los años anteriores. Por ejemplo, antes del proceso de paz, estaba en 25,97 %", puntualizó.
Además, indicó que ciertos días del calendario presentan picos de violencia. "Varios de los homicidios en el país se presentan en fechas especiales como el Día de la Madre y el 24 de diciembre", dijo, para luego defender a las fuerzas del orden: "No son las Fuerzas Militares ni la Policía Nacional. Nosotros no generamos violencia".
Un mensaje que deja más preguntas que respuestas
La intervención del ministro Sánchez, con su mezcla de datos duros y frases controversiales, ha reavivado el debate sobre la seguridad, la salud pública y la forma en que las autoridades se comunican con la ciudadanía.
Mientras algunos piden una disculpa por sus palabras, otros exigen que se enfoque en soluciones concretas frente a la creciente violencia en el país.