Uno de los principales problemas que sufren las enfermeras y enfermeros son los trastornos del sueño.
Por: Doc News
La salud e integridad física y psicológica de las enfermeras y enfermeros han sufrido un progresivo empeoramiento en los últimos diez años, como reflejan las sucesivas encuestas realizadas por el Sindicato de Enfermería, SATSE. La incidencia de problemas, como el estrés, el síndrome del profesional quemado o las alteraciones del sueño, es mayor debido a unas peores condiciones laborales.
Al cruzar datos con estudios anteriores, la principal conclusión es que “los sucesivos recortes en derechos laborales y prestaciones han pasado una clara factura a estos profesionales que ven cómo con menos plantillas y medios han tenido que hacer frente, incluso, a una crisis sanitaria sin precedentes como la COVID-19”.
Estrés, temor e insomnio
Según la encuesta de este año, un 88% de las enfermeras y enfermeros consultados por el Sindicato de Enfermería en el conjunto del Estado afirman sentirse estresados, cuatro puntos más que en 2012, mientras que un 69% reconocen sufrir el síndrome del profesional quemado o “burnout”, siete puntos más que hace cerca de diez años.
De igual manera, cerca de la totalidad de las enfermeras encuestadas (96%) denuncia sufrir nerviosismo, temor, angustia o ansiedad como consecuencia de las condiciones laborales que sufre en su respectivo centro de trabajo, tres puntos más que en 2012.
Uno de los principales problemas que sufren las enfermeras y enfermeros son los trastornos del sueño, habiendo también aumentado su incidencia en seis puntos en los últimos años. En concreto, de un 86% de profesionales que reconocían sufrirlos en 2012, se ha pasado a un 92% este año. Lo mismo ocurre con los problemas sexuales, pasando de un 43% a un 57% en el mismo periodo de tiempo.
Problemas de salud física
Otros resultados son que el 97% de las enfermeras y enfermeros consultados sufren tensión muscular; un 83% declara tener alteraciones del apetito; un 82% refiere preocupación excesiva que les crea la sensación de no poder controlar sus pensamientos y un 90% afirma que la situación laboral les supera.
Asimismo, la dificultad de tomar decisiones aparece en un 74% de los casos y la dificultad de concentración en un 88%, mientras que el 80% de los profesionales encuestados asevera que tienen menos capacidad de memoria y un 77% apunta que sufre lentitud de pensamiento.
“En lugar de constatarse una cierta mejoría, al menos, de los principales problemas de salud que padecen las enfermeras y enfermeros, la lamentable realidad es que la situación ha empeorado de manera generalizada, con porcentajes que, en muchos casos, superan el 80 y 90%, lo que es absolutamente rechazable”, apuntan desde SATSE.
Por ello, el Sindicato de Enfermería reclama a todas las administraciones competentes que realmente cuiden a los profesionales sanitarios que cuidan al conjunto de la ciudadanía, propiciando unas condiciones y entornos laborales adecuados que, en lugar de precarizar su situación, se adapten a sus necesidades para poder así ofrecer la mejor atención y cuidados.